El ciberriesgo se considera ahora la amenaza más significativa para la industria de seguros, superando a las catástrofes naturales y los riesgos políticos, según expertos del sector asegurador.
Con el aumento de los ciberataques tras la COVID-19, las aseguradoras enfrentan una presión creciente para mejorar la gestión proactiva de riesgos y convencer a las empresas de la necesidad crítica de estrategias robustas de protección cibernética, según señala la consultora globaldata.com.
Ciberriesgo: la principal amenaza
GlobalData realizó una encuesta en los sitios web de negocios de seguros de Verdict Media y encontró que más de un tercio de los encuestados espera que el riesgo cibernético sea la principal amenaza en los próximos tres años. Con las empresas de todo el mundo manejando cada vez más datos personales, la mayoría de los negocios son vulnerables a los ataques.
Ben Carey-Evans, Analista Senior de Seguros en GlobalData, explica que:
«Las consecuencias para las empresas pueden ser particularmente severas. Dentro de la UE, el RGPD (aprobado en 2016) ha resultado en grandes multas para las empresas que son víctimas de ciberataques. El daño reputacional además de eso también es extremadamente costoso, ya que los clientes no utilizarán empresas en las que no confían».
Estos factores ponen gran énfasis en la prevención. Las aseguradoras deben ir más allá de las pólizas tradicionales y centrarse en la gestión proactiva de riesgos, incluyendo monitoreo y capacitación, para mantener a las empresas a salvo de la amenaza.
Impacto en los precios
Aunque los problemas macroeconómicos y de la cadena de suministro son muy actuales y están impactando en los precios, los expertos creen que estos problemas disminuirán.
Carey-Evans concluye que:
«El ciber riesgo presenta una gran amenaza pero también una oportunidad para las aseguradoras. Es una línea muy difícil de valorar y hacer asequible, lo que aumenta el desafío para las aseguradoras y disuade a muchas empresas de adquirirlo. Las aseguradoras necesitarán convencer a las empresas de que pueden protegerlas contra el nivel cada vez mayor de amenaza cibernética y, por lo tanto, convertirse en una parte esencial de sus operaciones diarias».
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