El Curso del Colegio de Cantabria y ARAG capacitó a mediadores de seguros en la aplicación práctica de la Ley de Eficiencia Procesal y los M.A.S.C., buscando reducir la litigiosidad en el sector.
El curso sobre la Ley de Medidas de Eficiencia Procesal y M.A.S.C., organizado por el Colegio de Cantabria y ARAG, ha permitido a los mediadores profundizar en la aplicación práctica de la Ley de Medidas de Eficiencia Procesal y en el uso de los Métodos Adecuados de Solución de Conflictos (M.A.S.C.), reforzando su capacidad para gestionar reclamaciones y reducir litigiosidad en el sector asegurador.
La formación impulsa la eficiencia y la resolución temprana de conflictos en el sector
La reciente celebración del Curso de la Ley de Medidas de Eficiencia Procesal y M.A.S.C. ha reunido a mediadores de seguros cántabros con el objetivo de actualizar sus conocimientos sobre los nuevos mecanismos de resolución de conflictos impulsados por la normativa vigente.
El programa proporcionó una visión clara y aplicada de las obligaciones, herramientas y oportunidades derivadas de la Ley de Medidas de Eficiencia Procesal, especialmente en lo relativo a la utilización de los Métodos Adecuados de Solución de Conflictos.
Gracias a esta formación, los mediadores podrán anticiparse a los escenarios de disputa, optimizar la gestión de reclamaciones y orientar de manera más efectiva a sus clientes.
Expertos del sector compartieron su visión práctica
La sesión contó con la participación de profesionales de referencia:
Cristina González Najar, directora de Asistencia Jurídica Telefónica
Juan Dueñas Martín, director Territorio Comercial Este
Ambos aportaron una perspectiva práctica del impacto de los M.A.S.C. en la actividad aseguradora, así como recomendaciones para su correcta implementación en el día a día del mediador.
Desde el Colegio de Cantabria consideran estas actuaciones como un paso más hacia un sector más ágil y eficiente.
El uso de los M.A.S.C. se está consolidando como una herramienta clave para mejorar la relación con los asegurados, reducir tiempos de gestión y evitar la judicialización innecesaria de conflictos. Formaciones como esta contribuyen a preparar al sector para un entorno regulatorio en constante evolución y a promover una cultura de resolución temprana y eficaz.