
El Instituto de Actuarios Españoles alerta del cambio de tendencia climática en las últimas décadas y destaca la utilidad del índice para anticipar riesgos y mejorar la prevención.
Los eventos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y severos, especialmente en zonas como la Comunidad Valenciana. Así lo confirma la última actualización del Índice Climático Actuarial (ICA), elaborada por el Instituto de Actuarios Españoles, que constata un incremento significativo de episodios de lluvias intensas durante los meses de septiembre a noviembre en los últimos 10 años.
Según explicó Fernando Ariza, presidente del Instituto, durante la jornada “La reconstrucción tras la DANA: el rol de la empresa” organizada por Fundación SERES, el análisis de la serie histórica de los últimos 30 años revela nueve eventos de carácter extremo, de los cuales cinco se han concentrado en la última década, lo que evidencia un cambio en la frecuencia y severidad de estos fenómenos.
Los resultados de esta actualización han sido presentados tanto a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) como al Consorcio de Compensación de Seguros (CCS). En estas sesiones se ha iniciado una nueva fase de trabajo: el contraste entre los siniestros asegurados y los eventos climáticos extremos registrados, con el fin de afinar la correlación entre clima y riesgo asegurado.
El ICA de los actuarios españoles
El ICA, diseñado por los actuarios españoles, es una herramienta avanzada que mide la desviación de variables climáticas —como precipitaciones, temperatura, sequía o viento— respecto a un periodo de referencia. A través de un índice sintético, permite cuantificar los fenómenos extremos y evaluar su evolución a lo largo del tiempo, ayudando así en la identificación, evaluación y mitigación de riesgos naturales.
La utilidad del ICA trasciende al sector asegurador y se extiende a toda la sociedad. “Con esta información podemos construir sistemas de alerta temprana y diseñar políticas públicas, planes urbanísticos y estrategias de aseguramiento más adecuadas”, subrayó Ariza, recordando que “los datos son la base para prevenir y mitigar el impacto del cambio climático en nuestras comunidades”.