El precio de los coches nuevos en España alcanza los 23.977 euros en 2024, triplicando el aumento del IPC acumulado desde 2014.
Con un precio medio de 23.977 euros en 2024 frente a los 14.236 euros de 2014, los coches nuevos más comprados por los españoles se han encarecido más del triple que el IPC acumulado desde 2014 (+19,4%).
Conjunción simultánea de diversos factores
- El encarecimiento de las materias primas, de la cadena de suministro y de la adaptación a normas medioambientales y de seguridad europeas
- Los fabricantes han dejado de producir coches pequeños y prácticos en favor de modelos cada vez más grandes y tecnológicamente más avanzados.
Evolución del ranking
La tipología de coche en el ránking de los 10 más vendidos ha evolucionado mucho en esta década. En 2014 copaban la lista modelos utilitarios y compactos (Renault Mégane, Citroën C4, Seat León, Seat Ibiza, Volkswagen Polo, Opel Corsa, Volkswagen Golf, Dacia Sandero y Renault Clio) y un único SUV (Nissan Qashqai).
En 2024 dominan los todocaminos, con hasta seis SUV en el Top Ventas (Hyundai Tucson, Seat Arona, MG ZS, Toyota C-HR, Toyota Yaris Cross y Kia Sportage).
Las previsiones apuntan a que los SUV seguirán concentrando más del 60% de las matriculaciones en los próximos años, debido a sus propias características, pues al disponer de mucho espacio y estar fabricados sobre plataformas técnicas flexibles, estos vehículos pueden incorporar cualquiera de las nuevas tecnologías de propulsión, ya sean eléctricas o de hidrógeno.
Aumentará la oferta de SUV disponible
Esta tendencia irá a más dada la irrupción de las marcas chinas en el mercado español, como la reciente llegada de modelos como el Omoda 5, los BYD Atto 3 y Seal U y el Jaecoo 7, que ya están captando la atención del gran público.
Según Ignacio García Rojí, portavoz de Autoscout24, “la tendencia seguirá in crescendo, toda vez que la entrada en vigor de la normativa CAFE va a generar una dinámica un tanto diabólica: hay que vender más eléctricos para que los de combustión sean más económicos. La realidad es que los fabricantes tendrán que pagar multas por las dificultades de acceso de las rentas medias al vehículo nuevo y, muy especialmente al electrificado. Todo ello repercutirá en el precio final, generando un círculo vicioso, que no virtuoso”.
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