El riesgo líquido obliga a las aseguradoras a reinventar sus operaciones y redefinir la protección

El riesgo líquido obliga a las aseguradoras a reinventar sus operaciones y redefinir el concepto de protección, según Celent (GlobalData)

En un contexto de disrupción continua y creciente incertidumbre sistémica, la industria aseguradora se enfrenta a un momento decisivo. Las estrategias tradicionales de suscripción, tarificación y modelización de riesgos están perdiendo eficacia ante amenazas como el cambio climático, la disrupción tecnológica, la fragmentación geopolítica y la inestabilidad social. En este nuevo escenario, la consultora Celent, parte de GlobalData, introduce el concepto de riesgo líquido, que redefine la forma en que las aseguradoras deben operar y ofrecer protección.

En su último informe, titulado “Navigating Liquid Risk: Rethinking Insurance for a World of Disruption”, Celent plantea que el riesgo ya no es estático ni predecible, sino dinámico, interconectado y difícil de modelar. Esta nueva concepción implica que las aseguradoras deben abandonar los ciclos de reacción tradicionales y adoptar operaciones adaptativas en tiempo real.

¿Qué es el riesgo líquido?

El informe describe el riesgo líquido como un fenómeno con cuatro características clave:

  • Fluidez: los riesgos se propagan rápidamente entre sectores, geografías y horizontes temporales.
  • Interconexión: surgen de la confluencia de factores políticos, ambientales, tecnológicos y económicos.
  • Asimetría: sus consecuencias son desproporcionadas y difíciles de prever.
  • No modelado: escapan a las herramientas actuariales convencionales y a los enfoques retrospectivos.

Para ilustrar su origen, Celent identifica las Cuatro Fuerzas del Riesgo Líquido: la volatilidad climática, la disrupción de la inteligencia artificial, la inestabilidad geopolítica y la fragmentación social. Estas fuerzas interactúan entre sí, generando bucles de retroalimentación que superan la capacidad predictiva de los modelos tradicionales.

Una industria en tensión

“El sector asegurador está siendo puesto a prueba en su esencia. En un mundo donde incluso la verdad objetiva se pone en duda, la confianza —base del seguro— está bajo presión. El riesgo se ha vuelto líquido, y las aseguradoras deben evolucionar a su altura”, explica Fábio Sarrico, analista senior de seguros en Celent y autor del informe.

Ejemplos como el aumento de las pérdidas provocadas por fenómenos meteorológicos extremos ponen de manifiesto la urgencia del cambio. Ya no basta con predecir: ahora se necesita responder en tiempo real, mediante tecnologías como la inteligencia artificial, los datos satelitales y las arquitecturas basadas en eventos.

El informe también advierte sobre el impacto de la desinformación impulsada por IA, los deepfakes y la manipulación algorítmica, fenómenos que socavan la noción de verdad y, con ella, la confianza en los sistemas aseguradores.

Un nuevo marco estratégico para el seguro

Para afrontar esta transformación, Celent propone un marco de actuación que incluye:

  • Una redefinición estratégica del riesgo líquido y las fuerzas que desmantelan los modelos tradicionales.
  • Un diseño operativo en tiempo real, basado en tecnología cloud-native y arquitectura orientada a eventos.
  • Nuevas estrategias de producto adaptadas a riesgos sistémicos, contextuales y continuos.
  • Una revisión filosófica y técnica del concepto de “protección” en un mundo líquido.

“Esto no va solo de optimización. Va de seguir siendo relevantes. Las aseguradoras que modernicen sus sistemas y replanteen su propósito serán las mejor posicionadas para prosperar en un entorno donde la volatilidad es constante y, cada vez más, impredecible”, concluye Sarrico.

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