Con la recuperación económica que vive España, el sector inmobiliario residencial es uno de los que más ha ajustado su actividad desde la crisis. Es notable la creciente compraventa de segundas viviendas.
La principal razón de la demanda de vivienda son las tendencias demográficas, y la creación de nuevos hogares. La crisis provocó que el número de hogares creados de media anualmente se viese drásticamente reducido, de los 425.000 que se creaban en 2007 a 84.000 en 2014. Actualmente la recuperación es notable, e incluso se refleja en la adquisión no solo de primeras viviendas sino de segundas residencias para disfrute propio en vacaciones.
Los madrileños y los catalanes son los que tienen un mayor ratio de compra de segundas viviendas. La mejora de las economías europeas también hizo que aumentara la compra de viviendas por extranjeros en el 2017. Estos se decantan por el litoral mediterráneo, además de Madrid y Canarias. Las provincias que más compradores residentes atraen son: Alicante, Málaga, Valencia, Madrid y Tarragona, aunque el número de viviendas vendidas es mayor cerca de las grandes ciudades, como Ávila y Toledo.
Una segunda vivienda requiere un cuidado especial, sobre todo porque no se va a visitar a menudo. La posibilidad de disfrutarla en verano se ve truncada cuando nos encontramos ante alguna situación inesperada. Según Axa Partners, en 2017 los siniestros declarados con mayor frecuencia en los hogares fueron los daños por agua seguidos por las roturas de cristales. En estos casos, es importante contar con una asistencia como la que ofrece la aseguradora: flexible y con amplias coberturas para evitar sorpresas.