
España cierra 2025 con riesgo país A2 (“bajo”), según el ‘Coface Risk Review’, destacando estabilidad económica y fortaleza de la demanda interna. La evaluación de riesgo país y sectorial evidencia la resiliencia económica de España frente a regiones con riesgo elevado.
España cierra 2025 con un riesgo país A2 (“bajo”), según el último ‘Coface Risk Review’. Esta calificación, obtenida a partir del análisis de indicadores macroeconómicos, financieros, políticos y del entorno empresarial de nuestro país, se mantiene sin variaciones a lo largo del año y refleja la fortaleza de la demanda interna de nuestro territorio, impulsada por la inmigración, la mejora del poder adquisitivo de los hogares y el despliegue de los fondos europeos.
La escala de riesgo país empleada por Coface para este informe cuatrimestral contempla ocho niveles:
A1 (riesgo “muy bajo”), A2 (“bajo”), A3 (“satisfactorio”), A4 (“razonable”), B (“razonablemente alto”), C (“alto”), D (“muy alto”) y E (“extremo”). Según esta clasificación, España ocuparía una posición favorable dentro de Europa, situándose por delante de países como Francia, Alemania, Reino Unido (los tres con un A3), Grecia (A4) o Italia (B), al nivel de territorios como Portugal, Bélgica y Países Bajos, con los que comparte la calificación A2, y solo por debajo de Suiza, Dinamarca y Noruega (A1).
En el plano internacional
El mapa elaborado por la compañía de gestión integral del riesgo de crédito comercial muestra una distribución heterogénea del riesgo, con amplias zonas del este de Europa, Oriente Medio, Asia Central, América Latina y África aún concentradas en los tramos más elevados de la escala (B, C, D y E). Frente a este escenario, la calificación otorgada a España la sitúa entre los pocos países con un perfil de riesgo bajo, igual que Estados Unidos, Australia o Japón, también con un A2.
Riesgo sectorial: la automoción continúa en “muy alto”
Además de la evaluación de riesgo país, el ‘Coface Risk Review’ incluye un análisis de riesgo de 13 sectores de actividad, elaborado a partir de la combinación de datos relativos al nivel de insolvencias de las empresas e información económica que pueda tener un impacto en las industrias seleccionadas. En este caso, la clasificación de riesgo se divide en “bajo”, “medio”, “alto” y “muy alto”.
Según este análisis, en España sigue destacando el sector farmacéutico como el único que presenta un riesgo “bajo”. Le siguen con riesgo “medio” la industria energética, las TIC, el retail y la construcción (que mejora desde la calificación de “riesgo alto” de la anterior edición del informe). Por otro lado, el sector agroalimentario, el químico, la metalurgia, la industria papelera, la textil, el transporte y la maderera se mantienen como sectores en riesgo “alto”. La automoción, por su parte, continúa acaparando el riesgo “muy alto”.