Este verano se esperan más de 90 millones de desplazamientos, aumentando así los riesgos de fatiga, somnolencia, deshidratación por calor, consumo de alcohol y conducción. El Race y la Asociación de Bebidas Refrescantes han encargado el estudio Eurobarómetro de la Fatiga al Volante 2019.
Hábitos de los conductores europeos
En líneas generales, el conductor europeo planifica los viajes de largo recorrido (77,1% siempre o casi siempre), descansa antes de salir (68,8%) y busca evitar la congestión en el tráfico (48,9%). Sin embargo, preocupa observar cómo el 26,8% intenta acortar el tiempo de viaje para llegar cuanto antes, el 9,2% ha tenido que parar a descansar por cansancio extremo al volante, o el 15,7% que ha sufrido un accidente por la fatiga. Por países, los habitantes de los países nórdicos son los menos previsores a la hora de realizar sus desplazamientos, mientras que Polonia, España y Portugal son los que planifican más su ruta.
Fatiga y conducción
¿Cómo viajan estos usuarios? A 3 de cada 4 españoles (72,8%) le compensa ir en su vehículo privado en estos desplazamientos incluso aunque suponga un mayor coste respecto a otras opciones, frente a la media europea del 66,4% También hay un porcentaje significativo de españoles, un 31,2% que cree que las plataformas de coche compartido son una buena opción para estos desplazamientos, porcentaje que sube hasta el 37% de media en Europa, destacando Italia, Francia y Noruega, que superan el 50%. Los españoles también están cada vez más concienciados con la protección medioambiental: casi el 50% afirma que le preocupa elegir opciones más sostenibles para sus desplazamientos (frente al 47% de media).
El alcohol se mantiene en Europa como uno de los riesgos al volante
Otra de las opciones para evaluar el riesgo al volante es el consumo de alcohol, obteniendo un dato muy preocupante: dos de cada cinco conductores europeos (43,6%) reconoce consumir alcohol y posteriormente haber conducido un vehículo, un dato que en España está en el mismo porcentaje. Por su parte, el 22% reconoce hacerlo en bastantes ocasiones, siendo Francia (33%) y Reino Unido (27,5%) los que tienen mayor porcentaje.
La fatiga, causa de siniestralidad
Los conductores italianos, franceses y británicos son los que presentan mayor riesgo de sufrir un siniestro por fatiga y/o somnolencia. Si tenemos en cuenta el perfil del conductor europeo accidentado por fatiga al volante, se trataría de un joven entre 18 a 24 años que, o no se detiene a descansar, o lo hace después de llevar más de 4 horas conduciendo, y cuando lo hace, para 5 minutos o menos.
En general, los conductores europeos que declaran haber sufrido más accidentes, así como los que se quedan dormidos, tienen en común que no paran a descansar o lo hacen a partir de las 4 horas de conducción continuada, lo que establece una relación directa. Un estudio realizado por el RACE establece que a partir de las dos horas de conducción continuada el riesgo de sufrir un siniestro vial aumenta un 12%.
¿Cómo identifican los síntomas de fatiga al volante?
Los conductores europeos reconocen haber sentido síntomas de fatiga en sus desplazamientos: 88% necesidad de moverse en el asiento, 70% ha notado pérdidas de concentración, un 66,5% calambres musculares o dolor de espalda, 60% somnolencia… Más preocupante aún es el hecho de que hay quienes “siempre o casi siempre” siente esos síntomas en viajes largos: necesidad de moverse (25,7%), calambres (10,4%), sensación de brazos o pies dormidos (8,2%), picor de ojos y visión borrosa (7,8%), deshidratación (7,6%), somnolencia (6,6%).
Sus consecuencias son una pérdida de atención y un aumento del tiempo de reacción ante un obstáculo de un 86%. Y un dato preocupante: la mitad de los conductores europeos admite haber sufrido episodios de sueño en un desplazamiento largo, y un 5,2% afirma que ha llegado a quedarse casi dormido mientras conducía.
La deshidratación, otro riesgo olvidado
Los conductores de los países que declaran más accidentes por fatiga al volante, Italia, Francia y Reino Unido, son los mismos países que declaran sufrir en mayor medida los síntomas de la deshidratación. Por el contrario, los países con menos accidentes (Portugal y Austria) son los que menos síntomas de deshidratación sufren. Mantener una adecuada hidratación, especialmente en verano y en viajes largos, es muy importante.
Estudios realizados por el Race en el marco de esta campaña de prevención de la fatiga indican que un nivel bajo de hidratación y glucosa aumenta en un 66% la agresividad al volante provoca un 33% más de salidas de la vía y reduce la concentración en un 27%. Y a partir de las dos horas de conducción, nuestro tiempo de reacción se dobla, dejamos de ver cuatro de cada 10 señales y aumenta el error en la percepción de distancias y velocidades un 62%.
Respecto a la siniestralidad en España
Casi 600.000 conductores españoles reconocen haberse quedado casi dormidos al volante durante un desplazamiento largo, lo que sin duda supone una situación de alto riesgo.
El estudio también revela que el 83% de los españoles siempre o casi siempre planifica el viaje, el 78,6% descansa antes de salir lo suficiente, y sólo un 6,6% ha iniciado un largo viaje después de salir de trabajar (frente a un 8,9% de media europea) y el 29,5% comparte los tiempos de conducción con otro pasajero (23,4% de media en Europa). Un 4,9% de los conductores en nuestro país reconoce haber tenido que detenerse a descansar o dormir al detectar síntomas graves de cansancio o somnolencia.
Consejos para evitar la fatiga al volante este verano
Para evitar la aparición de la fatiga, hay que tener en cuenta que conocer los síntomas es la mejor forma de prevenirla. En los desplazamientos largos: parar al menos cada 2 horas, estirarse y aprovechar para beber un refresco, para mantener el tono físico y la capacidad de atención. En este enlace, más consejos.
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