Entrega la primera Distinción del Observatorio de Catástrofes de la Fundación

V.M.Z.-Seguros Tv

“El 85% de nuestro trabajo es estar preparados”. Con un tiempo de reacción de apenas unas horas, el Sistema de emergencias de Cruz Roja es capaz de movilizar a voluntarios de cualquier rincón del planeta para prestar ayuda humanitaria y de emergencia allí donde se produzca una catástrofe.

Unas horas antes de que un nuevo terremoto asolara México, el Observatorio de Catástrofes de la Fundación Aon entregaba ayer en Madrid su primera Distinción, que premia la actuación de organismos e instituciones en la prevención y paliación de los efectos de situaciones catastróficas.

Las palabras con las que se inicia este texto son de Íñigo Vila, jefe de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja Española, quien relató la labor de su grupo. Vila destacó que entre 2001 y 2016 han intervenido en 16 huracanes, numerosos terremotos, una docena de inundaciones, cinco epidemias, dos tsunamis y un incendio, entre otras catástrofes.

Pedro Tomey, presidente de la fundación, fue el encargado de entregar la Distinción 2016 a Manuela Cabero, vicepresidenta de Cruz Roja Española. En sus palabras de agradecimiento Manuela recordó la labor de sus voluntarios, que se exponene a situaciones de verdadero riesgo y ponen en peligro sus vidas para mejorar las de los demás. Cabero rindió homenaje a Lorena, la fisioterapeuta de la organización asesinada recientemente en Afganistán.

En su intervención, Pedro Tomey destacó que este premio reconoce la atención a las víctimas y los valores personales y humanos mostrados por los trabajadores y voluntarios de Cruz Roja, a su “demostrable capacidad de intervención ante situaciones catastróficas, a su trayectoria impecable de asistencia humanitaria dentro y fuera de las fronteras españolas”. Además, rinde un “homenaje”  la actuación de sus servicios de Respuesta Inmediata que asoló la isla de La Palma (Canarias) en agosto de 2016, y en especial la labor “ejemplar” de sus voluntarios.