En la presentación de la muestra participaron la comisaria de la exposición Hripsimé Visser, comisaria de la exposición y conservadora de fotografía del Stedelijk Museum, y Pablo Jiménez Burillo, director del área de cultura de la fundación
La retrospectiva incluye 200 fotografías, muchas de ellas ya icónicas, así como sus libros, fragmentos de sus películas y presentaciones de diapositivas creadas a partir de numerosas fotografías en color como Tokyo Symphony. En la muestra también se encuentran hojas de contactos, dibujos y maquetas de algunas de sus obras más relevantes, así como documentos personales, cartas y notas, que ofrecen al público una visión muy particular sobre su forma de trabajar y su personalidad.
Ed van der Elsken (Ámsterdam, 1925 – Edam, 1990) es una figura única en la fotografía y el cine documental de los Países Bajos. Su trabajo experimental, expresivo y socialmente comprometido, capta el estado de ánimo de las cuatro décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Fue un fotógrafo que desarrolló buena parte de su trabajo en las calles de distintas ciudades de todo el mundo, desde su Ámsterdam natal hasta París, Hong Kong o Tokio, buscando lo que él llamaba “su” gente, gente auténticas y genuinas con la que en muchos casos se identificaba. La fotografía y el cine fueron para él dos medios con los que experimentar y exteriorizar su propia vida, razón por la que su personalidad queda reflejada tanto en la relación que entabla con sus personajes como en sus numerosos autorretratos. La modernidad y la autenticidad visual de sus imágenes están en consonancia con su espíritu aventurero y, a la vez, con el estilo de vida inconformista de las personas cuya vida cotidiana compartía.
Esta exposición ofrece una nueva reflexión sobre su trabajo y muestra sus diferentes facetas como fotógrafo, cineasta y autor de libros. Además de una amplia selección de sus fotografías, la muestra incluye maquetas de sus publicaciones, hojas de contactos y bocetos que permiten comprender mejor su método de trabajo. Asimismo, los fragmentos seleccionados de sus películas y las presentaciones de diapositivas, en blanco y negro o en color, como es el caso de Tokyo Simphony, ponen de relieve su labor como cineasta y permiten entender la estrecha relación que en la obra de Van der Elsken existe entre la práctica cinematográfica.