GFIA propone integrar al seguro en la planificación del uso del suelo para hacer frente a las catástrofes naturales

Un informe de GFIA destaca el papel clave de las aseguradoras en la construcción de comunidades más resilientes ante desastres naturales

Un nuevo informe de GFIA destaca el papel clave de las aseguradoras en la construcción de comunidades más resilientes ante desastres naturales

La Federación Global de Asociaciones de Seguros (GFIA) ha publicado su nuevo informe “Planificar el futuro: un camino hacia la resiliencia”, en el que insta a gobiernos y administraciones a involucrar activamente al sector asegurador en la planificación territorial como medida clave para reducir el impacto de las catástrofes naturales.

La organización, que agrupa a las principales asociaciones de seguros del mundo, alerta de que los desastres naturales provocaron pérdidas económicas por valor de 120.000 millones de dólares solo en el primer semestre de 2024, de las cuales solo la mitad estaba asegurada. Ante esta realidad, la GFIA reclama acciones concretas para integrar la gestión del riesgo y la resiliencia en las políticas de uso del suelo, con el objetivo de proteger a las comunidades más vulnerables y mejorar la capacidad aseguradora del sistema.

“El cambio climático está intensificando tanto la frecuencia como la gravedad de los desastres naturales. Necesitamos soluciones colaborativas, y la planificación urbana y territorial debe convertirse en una herramienta clave para la prevención”, subraya el informe.

Cuatro recomendaciones clave de GFIA

El documento propone una hoja de ruta con cuatro recomendaciones estratégicas:

  1. Fomentar una cultura de prevención en todos los niveles, comenzando por el ámbito local e involucrando a todos los actores relevantes.
  2. Reforzar la colaboración entre el sector privado —incluidas las aseguradoras— y las autoridades públicas, para una mejor preparación y respuesta ante catástrofes.
  3. Integrar el análisis de riesgos en las políticas de suscripción de seguros, incentivando así prácticas urbanísticas más sostenibles y resilientes.
  4. Promover infraestructuras resistentes, capaces de soportar eventos extremos y mitigar sus consecuencias.

La GFIA recuerda que las aseguradoras cuentan con una experiencia única en la evaluación y gestión de riesgos, lo que las convierte en aliadas estratégicas para mejorar la seguridad de las comunidades frente a amenazas como inundaciones, incendios forestales o tormentas.

“Las decisiones sobre dónde y cómo construimos nuestras comunidades afectan directamente a su vulnerabilidad. El sector asegurador puede ofrecer datos, experiencia y soluciones que salvan vidas y protegen economías”, concluye la federación.

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