
A un año de la Ley Crea y Crece, el 40% de las pymes españolas ha adoptado la factura electrónica, con notables diferencias entre sectores y tamaños de empresa, según Hiscox.
Sólo el 40% de las pymes españolas ha implementado la factura electrónica, tal y como se desprende de los datos de 2025 del II Informe de Pymes y Autónomos de España de Hiscox.
Por segmentos empresariales
La adopción de la factura electrónica evidencia diferencias sustanciales vinculadas al tamaño y nivel de profesionalización de las compañías. Las pymes lideran el proceso de digitalización, con un 63% que ya ha implementado la factura electrónica y un 37% que continúa operando con sistemas tradicionales. En un nivel intermedio se sitúan las microempresas, donde el 46% ha completado la transición, frente al 53% que aún no lo ha hecho. Por su parte, en el extremo opuesto se encuentran las empresas sin asalariados, el colectivo con mayor retraso en la adopción: sólo el 34% ha incorporado la facturación electrónica, mientras que un relevante 65% sigue pendiente de adaptarse a la nueva normativa.
En paralelo, el análisis por sectores también revela un ritmo desigual de implementación. La industria muestra un grado de cumplimiento moderadamente positivo, con un 52,5% de empresas que ya utilizan factura electrónica y un 47,5% que todavía no la ha adoptado. En cambio, el comercio presenta un rezago más pronunciado: el 60% de las empresas del comercio continúa sin emplear sistemas electrónicos de facturación, frente al 40%.
David Heras, director General de Hiscox España y Portugal
“La Ley Crea y Crece representa un cambio estructural en la forma en que las empresas gestionan sus operaciones y cumplen con sus obligaciones fiscales. Nuestro informe evidencia que, aunque la adopción de la factura electrónica progresa, se está llevando a cabo a distintas velocidades. Las empresas más estructuradas han sabido aprovechar los beneficios de la digitalización, mientras que los autónomos y microempresas se enfrentan a mayores dificultades para adaptarse. La clave para avanzar no es solo cumplir con la normativa, sino reconocer que la digitalización es una palanca estratégica para mejorar la competitividad, la eficiencia operativa y la sostenibilidad del tejido empresarial”.