Superar la cuesta de enero 2025 puede ser el inicio de una planificación financiera eficaz y sostenible. Manuel Alonso, director comercial de OVB España, propone estrategias para lograrlo.

Este 2025, la cuesta de enero será más empinada que nunca, marcada por el final de varias medidas anticrisis del Gobierno y el regreso de costes energéticos a niveles previos a las ayudas.

Sin embargo, cada reto es también una oportunidad. Superar la cuesta de enero puede ser el primer paso hacia una planificación financiera eficaz y sostenible. Manuel Alonso, director comercial de OVB España, nos propone estrategias para convertir este mes en el inicio de una economía más saludable.

• Revisar ingresos y gastos. Hacer un análisis detallado de las finanzas. Identificar gastos imprescindibles y recortar en aquellos menos prioritarios.
• Crear un fondo de emergencia. Destinar una pequeña parte de tus ingresos mensuales para imprevistos.
• Planificar las compras. Aprovechar las rebajas de enero para adquirir solo lo necesario y compara precios antes de comprar.
• Cancelar suscripciones innecesarias: plataformas o servicios redundantes pueden ser una fuente de ahorro significativa.
• Pagar deudas con intereses altos.Saldar las deudas que generan más coste en intereses.
• Definir metas financieras para 2025. Objetivos claros, como ahorrar para un viaje, liquidar deudas o invertir.

Sin embargo, el verdadero desafío financiero no termina con la cuesta de enero. Para lograr estabilidad económica a lo largo del año, es clave anticipar los gastos estacionales y planificar con inteligencia. Este desglose mes a mes ayudará a mantener el control de nuestras finanzas y evitar sobresaltos:

Enero: el mes de los arranques

Las festividades navideñas dejan su rastro en forma de gastos por los regalos de Reyes y las celebraciones. Además, las tentadoras rebajas de enero pueden desequilibrar el presupuesto si no se gestionan con cuidado. Para los autónomos, este mes también incluye el pago del cuarto trimestre fiscal.

Febrero: amor y escapadas

Entre los regalos y cenas de San Valentín y las escapadas de invierno, febrero puede ser más costoso de lo que parece. Aprovecha para planificar actividades económicas y evitar compras impulsivas.

Marzo: tradiciones y viajes

La Semana Santa trae consigo días festivos y, a menudo, viajes. También se celebra el Día del Padre, un motivo más para ajustar el presupuesto y buscar opciones creativas y asequibles para regalar.

Abril: el mes del fisco

Comienza la campaña de la declaración de la renta, lo que puede significar ajustes financieros según tu situación. Es un buen momento para revisar gastos deducibles y planificar los pagos necesarios con antelación.

Mayo y junio: celebraciones y preparación para el verano

La temporada de bodas, bautizos y comuniones se instala en estos meses, junto con la reserva de campamentos de verano para los más pequeños. Estos eventos suelen implicar gastos significativos, por lo que ahorrar previamente puede marcar la diferencia.

Julio y agosto: vacaciones y transición

Las vacaciones de verano y los viajes familiares son el principal foco de gasto en esta época, junto con las rebajas de mitad de año. En agosto, la preparación para la vuelta al cole añade un desafío económico adicional, con libros, uniformes y materiales escolares.

Septiembre: la cuesta oculta

Retomar la rutina tras el verano puede ser tan exigente como enero. A los gastos habituales se suman matrículas escolares, actividades extraescolares y renovaciones de materiales. Es un buen momento para revisar el presupuesto anual y ajustar prioridades.

Octubre, noviembre y diciembre: fiestas y previsión

Halloween, Black Friday y la planificación de las festividades navideñas marcan el final del año. También es la época de pagos anuales como el seguro del coche, el IBI o las aportaciones a planes de pensiones. Organizar las compras con antelación y aprovechar ofertas puede aliviar la carga económica.

Para disfrutar de un año financiero sin sobresaltos, empieza por crear un calendario que asocie cada mes con sus gastos clave, permitiéndote anticiparte y planificar mejor. Reserva un porcentaje de tus ingresos mensuales para los desembolsos estacionales más elevados y mantén un monitoreo constante de tus hábitos económicos, ajustando tu presupuesto según sea necesario. Aprovecha oportunidades de ahorro mediante ofertas y descuentos, pero evita caer en compras innecesarias.

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