El informe Risk in Focus destaca la paradoja de la IA. La Inteligencia Artificial y la digitalización están transformando el panorama empresarial, pero la gestión del talento se mantiene como una prioridad. La ciberseguridad lidera las preocupaciones corporativas en Europa.
La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en un factor de riesgo significativo para las empresas en Europa, actuando como un acelerador de otros riesgos tradicionales como la ciberseguridad, la gestión del talento, la continuidad del negocio, la reputación y la geopolítica. Estos riesgos están cada vez más interconectados, según el informe Risk in Focus 2025, elaborado por los Institutos de Auditores Internos de 20 países europeos, incluido España.
Prioridades de riesgos en las empresas: entre lo humano y lo tecnológico
En el análisis, la ciberseguridad ocupa el primer lugar como la principal preocupación de las organizaciones. Sin embargo, la disrupción digital, impulsada por tecnologías como la IA, es el área de riesgo que más rápido crece. A la par, los riesgos relacionados con las personas, como la gestión y retención del talento y la diversidad, se consolidan como el segundo mayor desafío para las empresas.
La presión que ejerce la IA obliga a las organizaciones a intensificar sus esfuerzos para satisfacer las demandas del mercado y mantenerse competitivas. Sin embargo, muchas carecen de estrategias maduras de IA y de modelos de gobernanza sólidos, lo que incrementa su vulnerabilidad. Además, la escasez de talento especializado y los problemas asociados, como la desinformación y los hackeos potenciados por IA, complican aún más este panorama.
La carga normativa del cambio climático
Aunque el cambio climático no figura aún entre los cinco riesgos principales, se espera que para 2028 alcance esa posición debido a la presión de nuevas regulaciones. Actualmente, el cambio normativo ocupa el tercer puesto en las prioridades de riesgo para las empresas, con una creciente preocupación respecto a años anteriores. Las empresas deben adaptarse a normativas como la Directiva Europea sobre Información Corporativa en materia de sostenibilidad, lo que supone un desafío estratégico y financiero.
Riesgos destacados en el informe
El informe identifica cuatro riesgos principales que marcarán las estrategias empresariales en los próximos años:
- Ciberseguridad y protección de datos:
La desinformación y los hackeos potenciados por IA mantienen este riesgo en el primer puesto, mencionado por el 83% de los encuestados como una de sus cinco principales preocupaciones. Se espera que este riesgo continúe siendo prioritario en los próximos tres años. - Capital humano, diversidad y gestión del talento:
Por tercer año consecutivo, esta categoría ocupa el segundo lugar. La digitalización y el cambio demográfico exigen nuevas estrategias de talento, mientras las empresas buscan equilibrar la escasez de habilidades y recursos con la necesidad de adaptarse a un entorno cada vez más digital. - Incertidumbre macroeconómica y geopolítica:
Aunque ha descendido al cuarto puesto en las prioridades de riesgo, sigue siendo relevante. Factores como los conflictos en Ucrania y Gaza, la interrupción de rutas comerciales en Oriente Medio y el auge de tecnologías como los deepfakes agravan esta incertidumbre. - Cambio climático, biodiversidad y sostenibilidad medioambiental:
Este es el riesgo de mayor crecimiento proyectado a tres años vista. Las regulaciones sobre sostenibilidad están impulsando su ascenso en la lista de preocupaciones empresariales.
Riesgos globales: una perspectiva alineada
Las empresas europeas comparten sus principales preocupaciones con las organizaciones del resto del mundo. Tanto la ciberseguridad, como la continuidad del negocio y el capital humano figuran en el top 3 de prioridades globales.
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