El pasado 4 de julio, Club CAI celebró en el Open Space de BBVA la última actividad antes del paréntesis vacacional. Los asistentes atendieron a la conferencia impartida por Ignacio Villoch —conocido en las redes sociales como @capitancook y Senior Ecosystem Builder del área de Innovación abierta— sobre la sostenibilidad.
Sostenibilidad e innovación
Villoch expuso de manera didáctica y muy gráfica la relación entre sostenibilidad e innovación. Igualmente repasó el rápido deterioro de los ecosistemas marinos y terrestres por impacto de la actividad humana, las toneladas de basura en emblemáticos destinos turísticos como Maldivas, Bali, Yucatán, Republica Dominicana o el Himalaya.
“Aunque mucho peor que lo que se ve, es lo que no se ve, bien por estar en los fondos marinos o porque su tamaño hace que ya formen parte de la cadena alimenticia: los micro plásticos, -palabra del año en 2018, forman parte ya indisoluble de todos los ecosistemas”, comentó.
La tecnología siempre genera abundancia
La tecnología exponencial genera residuos exponenciales –y consume recursos exponenciales. El voraz crecimiento de China, india, Indonesia y Filipinas les lleva a depender de estos materiales tan abundantes y económicos.
También se revisaron otras impactantes métricas sobre demografía. 7.500 millones de habitantes, disputando recursos como el agua, un material clave para la vida del que solo somos conscientes de su alto valor cuando escasea, y las sequias son cada vez más frecuentes.
¿Conseguirá la tecnología desarrollar sistemas de desalinización marina energéticamente sostenibles?
A los desafíos clásicos de reducir, reciclar y reutilizar, ahora se unen los de restaurar, regenerar y reparar los daños ya causados. Y el rechazo de los consumidores más sensibilizados a las marcas, empresas y países que no actúen proactivamente en la dirección correcta.
Oportunidades para el optimismo
Villoch apuntó, que no obstante hay oportunidades para el optimismo. Con ejemplos como el de la recuperación de ecosistemas como la ría de Bilbao, dramáticamente industrializada y contaminada en los años 70, y actualmente un atractivo turístico de la ciudad.
Como no es posible gestionar lo que no se mide, el marco de los Objetivos de Desarrollo sostenible de Naciones Unidas –los ODS´s , y como estos 17 objetivos y 169 iniciativas, suscritas en 2015 por 195 países son hoy la brújula que marca la dirección de las buenas prácticas, trasladando a las agendas locales y comunitarias estos desafíos globales.
La conferencia culminó con una prospección sobre un nuevo modelo operativo global en el que las tecnologías exponenciales —impresión 3D, drones, vehículos autónomos, inteligencia artificial, energía fotovoltaica y renovable— sean parte de la solución a la sostenibilidad.
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