Durante la pandemia provocada por la COVID-19 la telemedicina se ha convertido “en una herramienta fundamental para los pacientes con cáncer, especialmente para dar continuidad asistencial”, según explica la doctora de Ever Heath, Belén de Nicolás, con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer.
De hecho, según datos del estudio Impacto sanitario del coronavirus en la atención hospitalaria a pacientes oncohematológicos, durante la primera ola de la pandemia se multiplicaron por tres las consultas de seguimiento a pacientes oncológicos hechas telefónicamente.
El impacto de la telemedicina
Muchas consultas y revisiones son factibles de realizar a distancia, “especialmente si se trata de pacientes inmunodeprimidos cuya asistencia a los centros médicos se evita si no es imprescindible”. Además, la telemedicina, añade, “resulta especialmente útil para orientar, evaluar la necesidad de atención presencial o avanzar en su atención”.
Asimismo, la telemedicina permite asesorar a los pacientes con cáncer en la administración de los medicamentos; orientar sobre un nuevo medicamento o tratamiento iniciado; contactar con un especialista que pueda ayudar a controlar los síntomas de la enfermedad y sus efectos secundarios; o facilitar consejos nutricionales.
Durante la pandemia los pacientes oncológicos tenían muchas dudas, que han podido resolverse gracias a la tecnología. Dudas sobre si debían acudir a los hospitales, sobre los riesgos que tenían si contraían la enfermedad; sobre cómo protegerse o si habiendo pasado ya el cáncer, se consideraban enfermos o no de riesgo.
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