Benedetta Cossarini, directora general de AIG Iberia, reflexionó en la sesión Diálogos 2020 sobre el riesgo de la internacionalización en la empresa
El pasado 17 de enero tuvo lugar la primera sesión de Diálogos 2020 de 2018 en la facultad de derecho de la Universidade da Coruña. El tema de la sesión organizada por la “Cátedra Fundación Inade – UDC: La gestión del riesgo y el seguro”, giró en torno al riesgo de la internacionalización de la empresa, con Benedetta Cossarini, directora general de AIG Iberia, como ponente.
Benedetta Cossarini comenzó su exposición bromeando: “últimamente se habla más de los riesgos de la no internacionalización que de lo contrario, ya que cada vez son menos las empresas que deciden no internacionalizarse”. La ponente aclaró que se considera internacionalizada aquella empresa que explora mercados en otros países, sin necesidad de crear una sociedad o una filial, como ocurre naturalmente con Portugal. Además, apuntó: “aunque hay empresas que deciden explorar otros mercados por verse agotado su modelo de negocio, la mayoría apuesta por su internacionalización para crecer”.
La experta insistió especialmente en los datos relativos a Galicia, en cuyo territorio existen 6702 empresas identificadas como internacionalizadas, según las estadísticas de 2016. Además, se estima que en 2017 dicho número aumentó en 400. También incidió en los principales países con los que existe tráfico mercantil: Portugal, Bélgica, Reino Unido, Estados Unidos y los latinoamericanos, siendo los sectores más internacionalizados el metalúrgico, el textil y la alimentación.
Con respecto al proceso de internacionalización, la directora general de AIG Iberia reflexionó sobre cómo las empresas, al afrontar su proceso de internacionalización, tienen en cuenta aspectos como el tamaño del mercado y la posibilidad de crecimiento de la empresa, “dejando un aspecto muy importante de lado: las posibles barreras culturales del país en cuestión, que pueden dificultar el proceso, e incluso marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso del mismo”.
En esta línea, puso como ejemplo la regulación de los riesgos extraordinarios en Portugal: “en Portugal no existe un organismo similar al Consorcio de Compensación de Seguros, lo que se une a la circunstancia de que en dicho país existe una mayor probabilidad de que tenga lugar un terremoto, por ejemplo, que en España”.
Ante esta situación, Benedetta Cossarini afirmó que “no hay unanimidad de criterio acerca de cómo afrontar el riesgo de internacionalización por el gerente de riesgos, porque todo es interpretable y existen infinidad de opiniones; aunque está claro qué es lo que no se debe hacer”. No obstante, Cossarini incidió en la importancia de ser cuidadoso, ya que lo que en España puede constituir un daño reputacional, en otro país puede estar penado con la cárcel, dependiendo del incumplimiento.
En cuanto al modo de asegurar el programa internacional, Cossarini recurrió a las “7 ces”: control para tener la seguridad de que la protección es la misma tanto en el país de origen como donde se opera, por lo que se necesita un programa homogéneo, con directrices claras; cumplimiento de la legislación del país donde se va a operar, con especial atención al área fiscal. En tercer lugar confianza, ya que tener una segunda opinión o alguien a quien consultar las posibles dudas proporciona seguridad a la hora de gestionar los negocios. En cuarto lugar, coste, pues un ahorro en el coste podría suponer un mayor gasto a posteriori por no elegir el seguro o la cobertura adecuada. En quinto lugar, consistencia en los términos que sean homogéneos en todos los países. En sexto lugar habló de la certeza de que, si algo no está cubierto por la póliza local, se cubra por la póliza paraguas. Cerró con los siniestros.
Para concluir la ponencia, Benedetta Cossarini indicó que adoptar una posición conservadora en la gestión del riesgo y emitir el máximo número posible de pólizas locales son requisitos fundamentales para cumplir con las “7 ces”.
Durante el turno de preguntas e intercambio de opiniones se trataron asuntos como la emisión pólizas locales en la Unión Europea o la importancia de contar con buenos socios en el proceso de internacionalización de la empresa.
Con respecto al Brexit, en su condición de Directora General de AIG, Cossarini afirmó que, efectivamente, al tener domicilio en Reino Unido sí que les afecta. De hecho, admitió que han elegido Luxemburgo como destino alternativo de producirse finalmente el Brexit. No obstante, incidió en la idea de que dicho cambio no interferiría en las relaciones con los clientes, aunque sí podría afectar régimen de Libre Prestación de Servicios, por lo que se deberá prestar atención a este aspecto.
En relación al aseguramiento de la caución, se indicó que en España la industria aseguradora no tiene soluciones para ofrecer caución entre empresas de forma privada. En cuanto a si existe esa posibilidad en otro país, AIG manifestó que en algunas ocasiones se ha estudiado este caso, pero no se encuentra respuesta afirmativa de los equipos actuariales.
Para finalizar, Benedetta Cossarini realizó un balance de AIG respecto 2017: “ha sido un año muy positivo a pesar de las dificultades y retos”. También comentó que, aunque esperaba un repunte a final de año de las tasas de daños, no fue así. Además, se refirió a los daños catastróficos a los que AIG ha tenido que hacer frente en 2017, debido a los terremotos y huracanes acaecidos en Estados Unidos y México, con unos daños por valor de tres mil millones de dólares.
Entre los asistentes a la jornada estaban representantes de la industria aseguradora como AIG, AON, Bvc Artai y Cobian Insurance Broker, además de asociaciones empresariales como la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) y empresas como Finsa, Gadisa, Grupo Cándido Hermida, Grupo Losán, Grupo Puentes y Lustrum Abogados.