Ya están aquí. Tras meses de lluvias, nieves y borrascas alternas. Tras semanas de trabajo sin tregua. Las ansiadas vacaciones de Semana Santa llaman a la puerta. Los más afortunados hace días que las disfrutan. Los más trabajadores están rozándolas. Los planes para estos días son infinitos: tradiciones, procesiones, torrijas, cine, fiestas, playa, montaña o gozar del dolce far niente y la calma de las urbes medio llenas. Todo vale para disfrutar del descanso. Si además nos acompaña una buena lectura, el placer está servido. Y garantizado.
A la escritora francesa Àgnes Desarthe le costó una década —quizás más— comprender que un libro puede ser mejor compañero de viaje, el mejor antídoto contra el aburrimiento, la mejor manera de invocar al diablo de la imaginación. No porque no le gustase leer, sino porque su sueño más íntimo era escribir. El proceso personal y nada sencillo de apreciar el inmenso valor de los libros nos lo cuenta en Cómo aprendí a leer. Una obrita evocadora, delicada y divertida, teñida de ironía y de ternura, capaz de emocionar y hacernos sonreír, incluso identificarnos con muchos de sus pasajes. Se lee en un pispás. En español, la editó Periférica en 2014.
Otra joya, de esas que apenas pesan en la maleta de mano aunque tal vez un poco en el corazón es La Librería, de Penelope Fitzgerald. La autora, una de las grandes damas del ingenio británico y de la literatura del siglo XX, narra en clave autobiográfica la historia de una viuda de mediana edad, Florence Green y su descabellada idea de abrir una librería en un pequeño pueblo costero de Inglaterra. El amor infinito por los libros, el tesón, la sordera ante la masa zafia son los pilares sobre los que Green construye su imperio. Coincidiendo con el estreno de su adaptación al cine por Isabel Coixet, Impedimenta publicó el pasado mes de octubre una edición conmemorativa de este precioso alegato en defensa de literatura.
Como las letras y los cócteles se han llevado estupendamente desde la historia del tiempo, no puede faltar en esta pequeña selección vacacional Un cóctel propio (Nórdica Libros), de Laura Becherer y Cameo Marlatt. Un exquisito entramado de recetas con alcohol, vidas complejas, mentes privilegiadas y escritoras extraordinarias de todos los tiempos. Ilustrado por Savannah Marlatt y Fernando Vicente, el libro reúne cincuenta recetas de cócteles inspirados en cincuenta escritoras: lo mejor de sus textos y los sabores para recordarlas.