QBE Insurance Group presenta las conclusiones de un estudio que analiza la Gestión de la Responsabilidad de altos directivos, así como los aspectos que influyen de manera directa en este ámbito. El estudio ha sido elaborado a partir de una muestra de 2.500 encuestas, respondidas por la alta dirección de compañías de España, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido.
Las conclusiones del estudio muestran que los ataques informáticos y la filtración de información se sitúan como la mayor preocupación de los altos cargos del panorama empresarial español. Concretamente, para el 35,4% de ellos es el ámbito en el que más les preocupa tener un problema comercial. Más allá de las complicaciones financieras y jurídicas derivadas de un posible ataque cibernético, uno de los mayores impactos a los que se deben enfrentar las organizaciones en estos casos se sitúa en el ámbito reputacional. La imagen de grandes compañías se ha visto fuertemente afectada en los últimos años precisamente por haber sufrido algún tipo de ataque o filtración de datos, por lo que la actuación y preparación a nivel organizacional en este sentido se revela fundamental.
El segundo aspecto que mayor inquietud genera entre los directivos españoles —el 29,6%— gira en torno a la competencia y la rentabilidad, fundamentales para la sostenibilidad del negocio.
Con la entrada en vigor del Reglamento General de Protección de Datos el pasado 25 de mayo, el cumplimiento de la norma se sitúa como el tercer aspecto que más preocupa a los altos directivos en España. Concretamente, para el 21,2% de los ejecutivos españoles el cumplimiento del RGPD y la privacidad de datos se presenta como un aspecto importante al que prestar atención en aras de no tener futuros problemas comerciales.
“Desde la perspectiva de consejeros y directivos, la exposición a ataques cibernéticos y de protección de datos en general ha pasado a ocupar un lugar destacado. El impacto en las pólizas es evidente, y las reclamaciones pueden venir tanto de clientes que sufren la violación de sus datos, de terceros que se pueden ver perjudicados debido a una interrupción del servicio o de accionistas que reclaman, al ver que la acción cae debido al daño reputacional”, ha destacado Fernando Vega, director de Líneas Financieras de QBE España. Para quién, “es previsible que las multas y sanciones de los reguladores se incrementen de forma importante contra la Sociedad y, por este motivo, es fundamental valorar los controles y sistemas de seguridad a la hora de gestionar estos nuevos riesgos que tienen un componente disruptivo”.