Los coches usados electrificados se venden antes que los de combustión

Los coches usados electrificados se venden antes que los de combustión.

En el mercado de vehículos de ocasión, los coches electrificados se venden más rápido que los de combustión. Según datos de AutoScout24, un coche eléctrico o híbrido tarda en promedio dos meses y medio en encontrar comprador, mientras que los coches diésel o gasolina requieren algo más de tres meses.

Esta diferencia de 15 días a favor de los vehículos electrificados indica una creciente preferencia por estos modelos en el mercado de segunda mano. El stock total de vehículos usados ha aumentado significativamente en el último año, tras superar la crisis de los chips. Empresas de renting y rent a car, que habían retrasado la renovación de sus flotas, han registrado crecimientos de más del 30% en operaciones con vehículos usados, funcionando como “fábricas de VO”.

Más electrificados en el mercado

El incremento de stock ha visto un aumento notable en la proporción de vehículos electrificados en el mercado de ocasión, alcanzando el 17,3% en 2024 frente al 11,6% del año anterior. Esta mayor oferta y demanda no ha resultado en una caída de precios; al contrario, el precio medio de un coche usado electrificado ha alcanzado los 35.835 euros, un 60% más caro que un diésel o gasolina de ocasión, cuyo precio ronda los 22.300 euros.

Con un precio medio cercano a los 36.000 euros, el principal comprador de estos vehículos son las empresas, ya que solo dos de cada diez hogares españoles pueden permitirse un coche electrificado usado. AutoScout24 sugiere que estos datos deberían impulsar una revisión de los planes MOVES para incluir vehículos electrificados usados, especialmente aquellos procedentes de empresas y renting. Estos vehículos, con muy poca antigüedad, podrían acelerar la descarbonización del parque automovilístico y rejuvenecerlo, considerando que la media de edad es de 14,2 años.

El “sinsentido” del MOVES

Ignacio García-Roji, portavoz de AutoScout24, afirma: “Insistir en mantener el actual formato del MOVES es un sinsentido. Todo lo que no sea una ayuda directa o una notoria rebaja fiscal (tanto a personas físicas como jurídicas) no estimulará el mercado lo suficiente para reemprender el camino correcto hacia la descarbonización y lograr el objetivo de reducción de emisiones. Es el momento de ser ambiciosos, extendiendo el plan de estímulo al vehículo usado joven, cubriendo el hueco de asequibilidad que las marcas han dejado debido a las exigencias medioambientales y tecnológicas de la UE.”

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