Los distribuidores de seguros han mostrado una clara preferencia por los cursos cortos en sus planes de formación anual obligatoria para 2024, según un estudio reciente del Instituto e-Learning del Seguro (IES).
Este análisis, basado en una muestra de cerca de 15.000 alumnos y un total de 36.000 horas certificadas en los primeros seis meses de 2024, revela que el 63% de las horas de formación continua están compuestas por contenidos online de menos de tres horas de duración.
Preferencia por cursos de corto plazo
Los resultados del estudio indican que los distribuidores de seguros, tanto de los niveles 1, 2 y 3, prefieren formaciones cortas, prácticas y con mensajes claros. Los datos muestran que:
– El 63% de la formación se compone de cursos de hasta 3 horas.
– El 14% de la formación tiene una duración entre 3 y 4 horas.
– El 13% lo integran contenidos con una duración de entre 4 y 5 horas.
– El 7% lo integran contenidos con una duración de entre 5 y 6 horas.
– Solo el 3% de la formación supera las 6 horas.
Este desglose confirma que los alumnos prefieren realizar más cursos de menor duración, evitando así los contenidos largos y extensos.
Número de Cursos por Nivel
El estudio también detalla el número de cursos que realizan los distribuidores de seguros según su nivel:
– Niveles 1 y 2: Estos profesionales, que deben cumplir con 25 horas anuales de formación, realizan una media de entre 7 y 10 cursos al año.
– Nivel 3: Los distribuidores de este nivel, con una obligación de 15 horas anuales, completan una media de entre 5 y 7 cursos al año.
Jorge Campos, director del IES, comentó sobre estos hallazgos: “La elección de contenidos cortos implica diseñar planes de formación con un mayor número de cursos. Esto es muy positivo, ya que se logra una mayor variedad de contenidos y habilidades en los planes de formación anual, evitando que todas las horas se completen con un solo curso de una única materia o temática”.
Impacto en la formación continua de los distribuidores de seguros
La tendencia hacia cursos más cortos refleja una adaptación a las necesidades y preferencias de los distribuidores de seguros, permitiendo una formación más dinámica y flexible. Esta estructura fomenta una actualización constante de conocimientos y habilidades, crucial para enfrentar los desafíos del sector asegurador en un entorno en constante cambio.
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