Los riesgos del running extremo: cuando el exceso compromete la salud

Cuando el running se lleva al extremo sin la preparación adecuada o sin respetar los tiempos de descanso, puede volverse perjudicial.

Con el inicio de un nuevo año, muchas personas se proponen incorporar el ejercicio físico a su rutina. El running es una de las opciones más populares, no solo por sus beneficios para la salud, sino también por la posibilidad de compartir la experiencia en grupos o clubes de corredores. Sin embargo, cuando esta práctica se lleva al extremo sin la preparación adecuada o sin respetar los tiempos de descanso, puede volverse perjudicial.

La Sociedad Española de Cardiología señala que correr regularmente puede reducir hasta un 27% el riesgo de mortalidad, un 30% las muertes por enfermedades cardiovasculares y un 23% las relacionadas con el cáncer. Además, mantenerse físicamente activo puede sumar hasta siete años de vida en comparación con quienes llevan una vida sedentaria. Sin embargo, los especialistas advierten que más no siempre es mejor.

La hipótesis del  ejercicio extremo

La hipótesis del ejercicio extremo plantea una relación en forma de U invertida entre la cantidad de ejercicio y sus beneficios: mientras la inactividad es perjudicial, el exceso de entrenamiento también puede serlo. Pruebas de resistencia extrema, como maratones, ultramaratones o triatlones de larga distancia, pueden someter al cuerpo a un desgaste excesivo, generando riesgos en distintos sistemas del organismo.

El auge de las redes sociales y la influencia de corredores populares han impulsado el interés por este deporte en los últimos años. Aunque esto ha promovido hábitos saludables, también ha llevado a algunas personas a sobrepasar sus límites sin la preparación adecuada.

Riesgos del running extremo para el organismo

La Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, advierte:

“Practicar deporte a intensidades extremas puede parecer un desafío motivador, pero conlleva riesgos desde el punto de vista médico. Para llevar una vida saludable, lo ideal es un equilibrio entre entrenamiento cardiovascular y de fuerza, descanso y recuperación. Conocer nuestros límites y respetar las señales del cuerpo es clave para evitar problemas de salud a largo plazo”.

Los especialistas de Cigna Healthcare analizan cómo el ejercicio extremo afecta diferentes sistemas del cuerpo:

1. Sistema cardiovascular

El ejercicio moderado fortalece el corazón y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, el running extremo sin descanso suficiente puede provocar:

  • Fibrosis miocárdica y arritmias, aumentando el riesgo de cardiopatías.
  • Microinfartos asintomáticos en algunos casos.
  • Mayor prevalencia de ateroesclerosis coronaria en corredores de resistencia extrema.

Después de una maratón, el ventrículo derecho del corazón se agota y puede tardar varios días en recuperarse. Aunque correr un maratón ocasionalmente no es perjudicial, repetir este tipo de esfuerzos sin una recuperación adecuada puede generar daños a largo plazo.

2. Sistema respiratorio

El entrenamiento aeróbico mejora la capacidad pulmonar, pero el esfuerzo extremo en condiciones adversas puede:

  • Inflamar los bronquios y causar lesiones pulmonares.
  • Irritar las vías respiratorias por la inhalación de aire frío o contaminado.
  • Aumentar el riesgo de infecciones respiratorias o asma inducida por el ejercicio.

Para reducir estos efectos, se recomienda alternar entrenamientos en interiores y evitar correr en condiciones de frío extremo o alta contaminación.

3. Sistema renal

Las carreras de resistencia extrema pueden provocar:

  • Deshidratación severa, afectando la función renal.
  • Rabdomiólisis, una condición en la que las fibras musculares liberan toxinas en la sangre, sobrecargando los riñones.
  • Insuficiencia renal aguda, en casos graves.

Mantener una hidratación adecuada y espaciar los entrenamientos de alta intensidad con sesiones menos exigentes es fundamental para evitar estos problemas.

4. Sistema musculoesquelético

El impacto repetitivo y el sobreentrenamiento pueden generar:

  • Desgaste articular y mayor riesgo de fracturas por estrés.
  • Lesiones crónicas, como tendinitis, fascitis plantar o roturas musculares.
  • Descompensación muscular, si no se permite una recuperación adecuada.

Para minimizar estos riesgos, es recomendable combinar el running con otras actividades de bajo impacto, como natación o ciclismo, que ayuden a fortalecer los músculos sin sobrecargar las articulaciones.

Equilibrio para una práctica saludable

El running es una excelente forma de mejorar la salud y el bienestar, pero debe practicarse con responsabilidad. Respetar los tiempos de descanso, adaptar el entrenamiento a las capacidades individuales y escuchar al cuerpo son claves para evitar riesgos innecesarios.

Tal como destacan los especialistas de Cigna Healthcare, una estrategia de entrenamiento equilibrada y personalizada permitirá disfrutar de los beneficios del running sin comprometer la salud.

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