Según un estudio de la campaña Agárrate a la Vida de Fundación Mutua y Aesleme
La conducción bajo los efectos del alcohol y drogas y las distracciones al volante por el uso del teléfono móvil siguen siendo los caballos de batalla en materia de seguridad vial, también entre los más jóvenes. Así se desprende del estudio Los Hábitos de los Jóvenes al Volante, realizado por la Fundación Mutua Madrileña y perteneciente a la campaña Agárrate a la Vida, que desarrolla conjuntamente con Aesleme, la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal.
Entre los principales datos que aporta este estudio, realizado gracias a la colaboración de 3.533 jóvenes de entre 18 y 25 años procedentes de 14 ciudades españolas, destaca el hecho de que un 80% de los mismos confiesa haber visto a algún amigo coger el coche tras consumir alcohol o drogas.
No obstante, otras conclusiones de esta investigación revelan cierta toma de conciencia sobre los peligros del consumo de sustancias al volante. Más de la mitad de los encuestados reconoce haber impedido que un amigo suyo condujera estando ebrio o drogado y casi cuatro de cada diez (39%) ya apuesta por medidas tales como la del conductor alternativo, que consiste en salir en grupo y turnarse para conducir, de forma que el conductor se compromete a no beber alcohol en esa noche para poder llevar al resto a casa sin problemas.