
El sistema de prevención de ahogamientos infantiles desarrollado por nagi se compone de una red de sensores externos que generan una cúpula virtual de vigilancia sobre la piscina. Cada niño lleva un dispositivo inteligente portátil, que transmite constantemente datos como el tiempo de inmersión y el movimiento corporal.
Mediante sensores inteligentes y un sistema de alertas instantáneas, esta tecnología permite detectar cuándo un niño permanece sumergido más tiempo del recomendado, ayudando así a prevenir ahogamientos, una de las principales causas de muerte accidental en menores.
El funcionamiento de nagi es simple y altamente efectivo: los menores llevan un pequeño dispositivo portátil e impermeable, integrado en un clip, que monitoriza el tiempo de inmersión en el agua. Cuando el sistema detecta que ese tiempo supera los límites establecidos como seguros, activa una alarma y envía notificaciones en tiempo real para avisar a los socorristas.
“La mayoría de los ahogamientos se producen en silencio y en cuestión de segundos. Nuestro sistema está pensado para actuar en ese intervalo crítico en el que una rápida reacción puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia”, afirma Jorge Montero, Director Comercial de nagi.
Según los últimos datos obtenidos por la compañía, más de 400 personas fallecen al año por ahogamiento en España, y un alto porcentaje de esas víctimas son niños, especialmente durante los meses de verano.
Tecnología que complementa la vigilancia
El sistema de nagi no busca reemplazar la supervisión adulta, sino reforzarla con tecnología de apoyo. Su algoritmo detecta patrones peligrosos como inmersión prolongada, ausencia de movimiento o profundidad excesiva, y permite personalizar los umbrales de alerta en función de la edad o nivel de natación del menor.
“Queremos que cada familia tenga una herramienta extra de seguridad. nagi no sustituye a los socorristas, pero actúa como un guardián invisible que nunca se despista”, añade Montero.
La solución se adapta fácilmente a todo tipo de piscinas, centros escolares y clubes deportivos. Su instalación es rápida, sin obras, y su mantenimiento es mínimo.