
RibéSalat ofrece diez recomendaciones para aumentar la seguridad operativa y ciberseguridad durante la campaña de Navidad.
Tras el Black Friday y el Cyber Monday, las empresas entran en la campaña de Navidad con un nivel de exposición aún mayor. Durante estas semanas, el incremento del tráfico, la presión operativa y la actividad delictiva convierten cualquier interrupción en un riesgo directo para la venta y la reputación. En este escenario, RibéSalat ha identificado diez recomendaciones clave para afrontar con garantías el tramo final del año:
1. Reforzar el control de accesos a sistemas críticos
Asegurar quién entra y desde dónde accede a los sistemas es determinante. La autenticación multifactor debe estar activada en todas las cuentas sensibles, pero no basta con eso: es esencial revisar que no queden usuarios antiguos o permisos residuales que puedan ser explotados. Los accesos privilegiados requieren una supervisión aún más exhaustiva, ya que un error de configuración o un acceso indebido puede comprometer todo un entorno digital en pleno periodo de ventas intensas.
2. Extremar la defensa frente al phishing y la ingeniería social
Las semanas previas a Navidad concentran un auge de correos fraudulentos, SMS falsos y comunicaciones que imitan promociones o urgencias internas. Las empresas deben alertar de forma clara a sus equipos sobre este tipo de mensajes y fomentar la verificación manual de cualquier solicitud relacionada con pagos, cambios de cuentas bancarias o instrucciones financieras. Una formación breve, específica y muy enfocada a estas amenazas estacionales puede marcar la diferencia, especialmente en departamentos sometidos a carga y presión operativa.
3. Validar la capacidad y el rendimiento de la infraestructura web
La web y la app se convierten en la puerta principal del negocio. Por eso, las pruebas de carga previas, el seguimiento constante del rendimiento y la verificación de que APIs y microservicios responden adecuadamente son acciones imprescindibles. Un simple error en la cadena de integraciones puede ralentizar el checkout, provocar fallos en el stock o generar abandonos masivos en el proceso de compra. Durante la campaña, cualquier segundo de lentitud tiene impacto.
4. Revisar en profundidad la configuración de pasarelas de pago
Las pasarelas de pago soportan una presión extraordinaria en diciembre y cualquier fallo afecta de manera inmediata a la facturación. Es fundamental comprobar que las integraciones y certificados funcionan correctamente, vigilar si aparecen transacciones duplicadas o fallidas y monitorizar patrones de comportamiento que puedan ser indicio de fraude. Una mínima anomalía en esta etapa puede bloquear ventas, generar desconfianza o provocar pérdidas directas.
5. Asegurar la estabilidad de las integraciones críticas con terceros
Buena parte del funcionamiento del comercio digital depende de engranajes externos: inventario, logística, autenticación, cupones, promociones o seguimiento de pedidos. Validar que todas estas integraciones funcionan correctamente, que los sistemas de stock están actualizados y que existe la posibilidad de activar planes de contingencia es crucial. Un fallo en un proveedor en pleno pico de demanda puede desencadenar un efecto dominó difícil de contener.
6. Activar y revisar los planes de continuidad y comunicación
Cuando ocurre un incidente en estas fechas, la rapidez con la que se actúa es tan importante como la solución técnica. Contar con un protocolo claro para gestionar caídas de web, interrupciones de pago o problemas de sistema es imprescindible. Además, disponer de mensajes predefinidos para clientes y redes sociales evita improvisaciones y contribuye a minimizar el impacto reputacional. El soporte técnico, por su parte, debe estar preparado para una disponibilidad prácticamente constante.
7. Reforzar las medidas anti-bot y anti-DDoS
El aumento del tráfico legítimo suele venir acompañado de un incremento paralelo del tráfico malicioso. En estas semanas se intensifican los ataques automatizados que buscan saturar el servicio, manipular sistemas o generar fraude. Por ello, es esencial mantener las reglas del firewall de aplicaciones web actualizadas, activar sistemas de detección de bots y supervisar patrones de automatización que puedan comprometer el rendimiento de los servicios digitales.
8. Proteger los datos personales y reforzar la privacidad
El mayor volumen de actividad digital también incrementa el riesgo sobre bases de datos y sistemas que gestionan información personal. Las empresas deben revisar quién tiene acceso a qué datos, evitar configuraciones demasiado permisivas y garantizar que se cumplen las obligaciones normativas aplicables. La sobreexposición de información en sistemas externos o servicios no esenciales incrementa la superficie de ataque y debe limitarse al mínimo.
9. Evaluar el nivel de seguridad de proveedores y la cadena de suministro digital
Las empresas dependen más que nunca de plataformas externas y servicios SaaS. Revisar sus acuerdos de nivel de servicio, su capacidad operativa en picos de carga y su protocolo de notificación de incidentes es una tarea fundamental. Además, es recomendable comprobar que sus mecanismos de copia de seguridad son recientes y operativos. El fallo de un proveedor crítico en estas fechas puede afectar de forma directa y severa al negocio del cliente.
10. Revisar y adecuar las coberturas del ciberseguro
En un periodo donde gran parte del resultado anual está en juego, cualquier incidente tiene un impacto cuantificado al minuto. Asegurarse de que la póliza contempla la interrupción del negocio tanto por ciberataques como por fallos de sistema, así como incidentes derivados de proveedores digitales, es una medida esencial. Del mismo modo, conviene confirmar que se incluyen las coberturas de gestión de crisis, reputación y protección frente a fraude, especialmente relevantes en plena campaña.