Aon ha presenta su informe anual sobre catástrofes Weather, Climate & Catastrophe Insight: 2018 Annual Report, el cual evalúa el impacto de las catástrofes naturales ocurridas en todo el mundo con el fin de identificar tendencias, gestionar la volatilidad y reforzar la resiliencia.
El informe revela que en 2018 se produjeron 394 catástrofes naturales, cuyas pérdidas económicas alcanzaron los 225.000 millones de dólares. De dicha cifra, 90.000 millones de dólares han sido cubiertos por los programas de seguros contratados tanto por el sector privado como el público. Esto supone que la brecha de protección, que es el porcentaje de pérdidas económicas no aseguradas, fue del 60%, el nivel más bajo desde 2005.
La mayor causa de catástrofes en 2018 ha sido los ciclones tropicales con importantes tormentas tocando tierra. Entre ellos el Huracán Michael y el Huracán Florence (Estados Unidos), el Tifón Jebi y el Tifón Trami (Japón), el Tifón Mangkut (Filipinas, Hong Kong, China) y el Tifón Rumbla (China). Como resultado, 2017 y 2018 han sido los años más costosos de todos los registrados tanto en pérdidas económicas (653.000 millones de dólares) originadas solo por desastres climáticos como en pérdidas aseguradas en todo tipo de catástrofes (237.000 millones de dólares).
Andy Marcell, CEO de Reinsurance Solutions de Aon, afirma: “2018 ha sido otro año muy activo a nivel global en cuanto a desastres naturales se refiere. Aunque no ha habido una sola mega catástrofe, 42 diferentes eventos superaron los 1.000 millones de dólares, de forma que el total del año ha sido ligeramente superior a la media.”
Según Alfonso Valera, CEO Iberia de Reinsurance Solutions de Aon, “la industria aseguradora/reaseguradora continúa haciendo frente a los desembolsos pendientes con un capital de 595.000 millones de dólares, aunque sigue centrada en gestionar el coste del cambio climático y de los desastres relacionados con el clima ayudando a minimizar la brecha de protección.”
Otros eventos importantes durante el año han sido los grandes incendios ocurridos en el norte y sur de California. El mayor suceso asegurado de 2018 ha sido el Camp Fire por importe de 12.000 millones de dólares, que también se ha convertido en el incendio con más destructivo de California y con mayor número de víctimas mortales desde que existen registros.
Steven Bowen, director de Impact Forecasting y meteorólogo, indica: “Entre las conclusiones que extraemos de los eventos ocurridos en 2018 está la confirmación de que los riesgos catastróficos continúan evolucionando. La compleja combinación de factores socioeconómicos, cambios de población y exposición en las localizaciones vulnerables, así como un clima cambiante que se traduce en unos modelos climáticos más volátiles, está obligando a nuevos debates sobre cómo gestionar suficientemente la necesidad de implantar medidas de mitigación y resiliencia. Los desastres naturales siempre van a ocurrir. Cómo estemos preparados frente a ellos es lo que jugará un papel clave en las futuras pérdidas que se deriven de los mismos.”