Solunion da las claves del comercio exterior con China en el Año de la Serpiente de Madera

Solunion da las claves del comercio exterior de España con China en el Año de la Serpiente de Madera en 2025.

En 2025, el Año de la Serpiente de Madera inaugura un periodo de transformación estratégica en el comercio internacional, con China como un actor clave pese a su desaceleración estructural. Aunque sigue siendo la segunda mayor economía mundial, el gigante asiático mantiene su relevancia gracias a su vasto mercado interno, su liderazgo en sectores tecnológicos y su transición hacia una economía más sostenible, factores que lo posicionan como un destino estratégico para el comercio global.

Para España, China se consolida como uno de sus principales socios comerciales fuera de la Unión Europea. La relación económica entre ambos países ha crecido notablemente en la última década, pero el contexto global y los desafíos internos de China plantean un escenario mixto, con oportunidades y retos para las empresas españolas.

La visión de Solunion de la economía china

En este contexto, Solunion, especialista en seguros de crédito y caución, analiza las fortalezas y debilidades de la economía china y presenta estrategias para que las empresas españolas aprovechen el potencial de este mercado. Estos puntos clave se recogen en el informe Riesgo País de Allianz Trade, uno de sus accionistas.

China sigue siendo un motor del comercio global gracias a su resiliencia estructural. Entre sus principales fortalezas destaca su liderazgo en innovación tecnológica, con avances en manufactura avanzada, inteligencia artificial, 5G y energías renovables. Además, su infraestructura logística y su fuerza laboral altamente capacitada consolidan su posición como líder en sectores clave.

El mercado interno también representa un pilar fundamental, impulsado por una clase media en crecimiento que demanda bienes de consumo premium, un área donde España destaca con productos de calidad como alimentos gourmet, aceite de oliva o vino.

Sin embargo, China enfrenta retos importantes. Su alta deuda corporativa y el sobreendeudamiento de los hogares son factores de riesgo, mientras que el sector inmobiliario, tradicionalmente un motor económico, atraviesa una crisis profunda.

Relaciones comerciales España-China: sectores estratégicos y oportunidades

Las exportaciones españolas a China han experimentado un crecimiento significativo, especialmente en sectores de alto valor añadido. Productos agroalimentarios como carne de cerdo, aceite de oliva y vino destacan entre las preferencias de la clase media china, que valora los bienes de calidad y origen europeo.

Por otro lado, el compromiso de China con la neutralidad de carbono para 2060 ha acelerado las inversiones en energías renovables. España, como líder en este ámbito, tiene un potencial significativo para colaborar en tecnología, consultoría y proyectos conjuntos.

El sector tecnológico también ofrece oportunidades, ya que el plan estratégico chino para avanzar en la cadena de valor global genera demanda en áreas como inteligencia artificial, robótica, automatización y biotecnología, donde la experiencia española puede complementarse con las capacidades chinas de implementación a gran escala.

Asimismo, la expansión del sector servicios en China abre puertas a empresas españolas especializadas en seguros, servicios financieros, sostenibilidad y urbanismo, especialmente en ciudades que buscan transformarse hacia modelos más sostenibles.

Automoción: Desafíos y oportunidades para España

“La industria europea del automóvil va a tener que acelerar su transformación para ser capaz de competir con los nuevos fabricantes chinos, mejor posicionados en un sector en pleno cambio por las disrupciones tecnológicas e imposiciones regulatorias. La automoción en España se ve amenazada por estos cambios, pero también aparecen oportunidades para capturar al menos una parte de los beneficios de la electrificación”, señala Iñaki Ballesteros, Coordinador de Analistas Zona Norte de Solunion España.

Para competir, los fabricantes europeos deberán intensificar su inversión en áreas como baterías, reciclaje, ingeniería energética, infraestructuras de recarga vinculadas a energías renovables y software para vehículos eléctricos. Además, se anticipa la llegada de inversión directa de fabricantes chinos a España, creando alianzas estratégicas y nuevas oportunidades para la industria auxiliar española.

“Todo esto supone un cambio significativo, pero también una oportunidad para el sector auxiliar español de consolidarse en el mercado global”, concluye Ballesteros.

Foto de zhang kaiyv: https://www.pexels.com/es-es/foto/edificios-de-gran-altura-1434580/

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