Los expertos de Swiss Re esperan que los impactos del cambio climático en la salud y la mortalidad se desarrollen gradualmente, con un impacto incremental en los riesgos para la vida y la salud, aunque persiste el potencial de eventos de impacto como las pandemias.
El cambio climático afecta la salud humana a través de muchos canales, y se espera que los principales impulsores sean el calor extremo, la contaminación del aire y una mayor exposición a enfermedades infecciosas propagadas por vectores no humanos. En consecuencia, se prevé un aumento de la morbilidad de las enfermedades no transmisibles, especialmente las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias y el cáncer, y una mayor propagación y aparición de enfermedades infecciosas tropicales.
Los nuevos riesgos de vida y salud afectarán a los más vulnerables
Es probable que esto afecte más a las personas clínicamente vulnerables con comorbilidades preexistentes, o a grupos como los ancianos y los discapacitados. Las poblaciones cada vez más frágiles y envejecidas podrían aumentar las tasas de mortalidad. El grado de exposición directa de un individuo a los factores de riesgo y el acceso a las herramientas de mitigación también determinarán su riesgo general.
Se espera que los efectos de estos sean graduales e incrementales. Ciertas tendencias, como el calor extremo y el ritmo del cambio tecnológico para mitigar los riesgos climáticos, se pueden estimar con cierta precisión. Sin embargo, las trayectorias de la contaminación del aire y las enfermedades infecciosas son caminos mucho más inciertos con una amplia gama de posibles resultados.
Enfermedades infecciosas y cambio climático
La mortalidad futura por enfermedades transmitidas por vectores, por ejemplo, estará fuertemente influenciada por la aparición de nuevos patógenos a partir de interacciones entre humanos y animales. Las herramientas de mitigación como el enfriamiento, la hidratación y la filtración del aire pueden reducir en gran medida los riesgos para la salud, pero la interdependencia de los riesgos es una consideración clave dada la dependencia de la electricidad, que podría aumentar el calentamiento y la contaminación del aire a través del uso de combustibles fósiles, señala el informe de Swiss Re.
Para los seguros de vida y salud, el enfoque clave del riesgo del cambio climático será cómo la exposición a las condiciones ambientales y climáticas prevalecientes a lo largo de la vida de una persona afecta su salud. Si bien el mundo puede lograr reducir el impacto del cambio climático en las próximas décadas, los impactos en la salud del calor o el aire contaminado en los niveles actuales se están acumulando ahora y es poco probable que sean reversibles.
Gestionar los riesgos del cambio climático
Para gestionar esto, se espera que las aseguradoras de vida y salud ejerzan una fuerte disciplina de suscripción y permitan el ajuste de las tarifas a medida que se desarrollen los riesgos incrementales. El aumento de la incidencia de enfermedades infecciosas plantea una amenaza específica, dada la naturaleza universal de la exposición al riesgo de una población.
Los consumidores más expuestos al riesgo climático en la actualidad suelen ser los menos atendidos por los seguros de vida y salud, pero una creciente clase media en los mercados emergentes insinúa posibles cambios en el comportamiento de compra a medida que las personas buscan más protección. Esto sugiere un gran crecimiento potencial en la demanda de seguros, ya que los consumidores y las aseguradoras buscan cerrar la brecha de protección. Las aseguradoras de L&H tienen la oportunidad de informar e incentivar a los asegurados sobre cómo adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes. Los datos escasos y fragmentados dificultan la comprensión de los impactos y las interdependencias, y la industria se beneficiaría al cerrar la brecha de datos.
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