En 2018, se produjeron 1,93 millones de accidentes leves de tráfico en España. Esta cantidad supone un incremento interanual del 0,11%. Se trata del mayor número de incidentes de circulación sin heridos registrado desde 2010. Los datos han sido recabados por TIREA, la empresa informática encargada de gestionar la plataforma de liquidación de percances CICOS, y son divulgados por Estamos Seguros.
Los accidentes de tráfico leves son típicos del tráfico urbano y constituyen una magnitud que refleja la situación económica de un país. En momentos de bonanza se producen más colisiones porque hay una mayor cantidad de vehículos circulando por las calles. En años de crisis ocurre lo contrario: baja la siniestralidad. Los golpes de chapa tocaron suelo en España en 2013 y desde entonces no han dejado de crecer. En aquel ejercicio, en comparación, hubo 1,73 millones de percances.
Las comunidades autónomas donde más aumentaron las colisiones el pasado año fueron Melilla (5,91%), Castilla y León (2,59%), y Canarias (2,28%). Los accidentes sólo bajaron en cuatro regiones: Asturias (-2,05%), País Vasco (-0,96%), Castilla-La Mancha (-0,64%) y Navarra (-0,59%). Si este análisis se efectúa por provincias, destacan la subida de Segovia (8,12%), Melilla (5,91%), Soria (5,33%) y Salamanca (4,38%). Igualmente, merece la pena mencionar los descensos registrados en Albacete (-2,69%), Teruel (-2,29%), Guipúzcoa (-2,12%) y Asturias (-2,05%).
Los territorios más poblados son los que anotan una mayor cantidad de accidentes en términos absolutos, algo natural dado su peso demográfico. La clasificación la lideran provincias que albergan grandes núcleos urbanos. Es el caso de Madrid (253.206 colisiones), Barcelona (199.338) y Valencia (100.998).
El panorama cambia si se analiza la cantidad de accidentes por cada 100.000 habitantes. Bajo este prisma, las provincias donde resulta más complicado conducir son Melilla (5.320 colisiones), Baleares (5.220), Málaga (5.080), Cantabria (5.030) y Santa Cruz de Tenerife (4.650). Los lugares donde la siniestralidad en relación al tamaño de su población es más baja son, entre tanto, Teruel (2.780), Zaragoza (3.210), Ceuta (3.300) y Guipúzcoa (3.320).
Los accidentes leves también varían en función de la época del año y los días de la semana. Los periodos vacacionales presentan menos incidentes porque los golpes de chapa son típicos del tráfico urbano y este se hace menos denso en los momentos de descanso. Agosto fue, en concreto, el mes más tranquilo del año (142.296 casos). Le siguió diciembre (147.612). El bajo peso de febrero (147.989) se debe a que ese mes sólo tiene 28 días, no a una menor siniestralidad por jornada. El momento más problemático del año fue octubre. Entonces hubo 177.547 choques entre vehículos.
Cada mes se produjeron en España el pasado año 160.652 accidentes leves de tráfico. Esta cifra rebasa el promedio histórico disponible para las últimas dos décadas. En concreto, entre los años 1999 y 2018, la media se sitúa en 157.282 golpes sin heridos al mes.
La estacionalidad por días de la semana es también un reflejo del comportamiento colectivo de la gente. El viernes es la jornada con más golpes de chapa en las ciudades. De media, se produjeron 6.351 siniestros cada viernes de 2018. Le sigue el lunes, con 6.251 golpes. Las colisiones caen a plomo en el fin de semana, hasta tocar un mínimo de 2.868 de media cada domingo.