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Ya está disponible para su lectura y descarga la edición de diciembre de Seguros elEconomista. En este número analizamos todas las claves para descifrar el enigma Muface, entrevistamos a Alberto Ocarranza, presidente de Fecor, y analizamos la tendencia de las compras colectivas de seguros como una fórmula para mejorar coberturas y ahorrar en primas.

Todas las claves para descifrar el enigma Muface, en Seguros elEconomista 

Cerca de 1,5 millones de funcionarios y sus beneficiarios esperan que antes de que termine el año el Gobierno presente una nueva licitación que dirima el futuro de Muface

Un texto de V.M.Z.

El gobierno y las aseguradoras de salud tienen en vilo a cerca de un millón y medio de funcionarios y sus familiares acerca del futuro de su atención sanitaria. Son los mutualistas de Muface. Un problema que el ejecutivo arrastra desde el pasado mes de octubre, cuando las tres aseguradoras que prestan este servicio -DKV, Asisa y Adeslas- decidieran no presentarse al concurso por considerar que la retribución ofrecida es insuficiente para cubrir los gastos. El concierto actual termina el 31 de diciembre y, al cierre de esta edición, el gobierno aún no ha presentado una nueva licitación que permita desatascar esta situación.

Muchos se preguntarán qué es Muface y por qué se habla tanto de esto en los últimos meses. La Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) fue creada el 27 de junio de 1975 mediante la Ley 29/1975. Su origen se remonta a la necesidad de unificar y regularizar el sistema de protección social para los funcionarios civiles del Estado, que hasta entonces dependían de múltiples mutualidades dispersas y desiguales. Muface se estableció para gestionar el mutualismo administrativo, proporcionando asistencia sanitaria y social a los funcionarios, y asegurando una cobertura uniforme y equitativa.

Desde su creación en 1975, Muface ha experimentado varias transformaciones significativas. A lo largo de los años, ha enfrentado desafíos financieros, con crisis notables en 1994 y 2010 debido a problemas de financiación y la salida de aseguradoras importantes del concierto. En la actualidad, cubre a aproximadamente 1,5 millones de personas.

El papel de las aseguradoras en Muface

Las aseguradoras juegan un papel crucial en el modelo de Muface al proporcionar asistencia sanitaria a los funcionarios que optan por la sanidad privada. Actualmente, las aseguradoras como Segurcaixa Adeslas, Asisa y DKV están encargadas de prestar estos servicios bajo un concierto con el Gobierno. Este acuerdo permite a los mutualistas elegir entre la sanidad pública o privada, siendo el 70% de ellos quienes optan por la privada. Sin embargo, las aseguradoras han expresado preocupaciones sobre la insuficiencia de la financiación actual, lo que ha generado tensiones en las negociaciones para renovar los acuerdos. En concreto, DKV ha solicitado un aumento del 40,6% en las primas del primer año del nuevo concierto, y un 30,3% para las coberturas internacionales de Muface. Por su parte, Asisa ha planteado una revisión de las condiciones que permita garantizar la sostenibilidad económica del acuerdo, aunque no ha especificado un porcentaje concreto para el incremento de la prima. La tercera compañía en discordia, SegurCaixa Adeslas, no ha manifestado nada, de momento.

La situación refleja las tensiones económicas entre las aseguradoras y el sistema de concertación, en un momento en el que los costes sanitarios están en aumento. Las autoridades de Muface deberán ahora evaluar estas propuestas para diseñar un nuevo concurso que equilibre la viabilidad del programa con las demandas del sector asegurador. Según las previsiones del mercado, esta nueva propuesta debería ser presentada en uno de los Consejos de Ministros que restan hasta el 31 de diciembre.

¿Qué pasa si no se renueva Muface?

La pérdida de Muface tendría un impacto significativo en el sistema público de salud. La integración de más de un millón de funcionarios al sistema público podría sobrecargar los centros de salud, hospitales y listas de espera. Además, el traspaso aumentaría el déficit del sistema de Seguridad Social debido a los costes adicionales de atención sanitaria. También se requeriría un aumento inmediato en el número de médicos, lo cual es complicado dada la actual escasez de facultativos. En concreto, la desaparición de Muface podría incrementar los costes en más de 1.000 millones de euros para la sanidad pública.

Los sindicatos se oponen a la eliminación de Muface por varias… ¡Continúa leyendo en Seguros elEconomista

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