
Ya puedes descargar y leer de forma gratuita el último número de Seguros elEconomista, la revista que coeditamos con el diario elEconomista.es. En este número te proponemos viajar asegurado y con todos los datos para que puedas elegir entre viajar con la Tarjeta Sanitaria Europea o decantarte por un seguro de viaje con cobertura de asistencia sanitaria. Además, entrevistamos a Borja Díaz, CEO de Allianz Partners España, y recogemos la celebración del 20 aniversario de Hiscox en España, entre otros interesantes temas del secror asegurador y sus protagonistas.
Atención sanitaria al viajar por Europa: entre la TSE y el seguro
Un verano con más de 21 millones de viajes internacionales previstos pone a prueba la preparación sanitaria de los españoles y la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) cuando viajan fuera de sus fronteras
Un texto de Olga Juárez Gómez
Este verano, muchos españoles han decidido cambiar la costa nacional por destinos como Sicilia, Atenas o Berlín. El encarecimiento de los precios dentro del país y la competitiva oferta internacional están reconfigurando las preferencias de los viajeros. Según el Observatorio Nacional del Turismo Emisor (Observatur), el 39% de los ciudadanos que han planificado sus vacaciones lo hará fuera de España. En total, se esperan más de 21 millones de desplazamientos internacionales durante 2025, lo que supone un aumento del 12% respecto al año anterior.
Este cambio de tendencia implica también una transición en la forma de entender el viaje. La distancia, el idioma y, especialmente, los distintos sistemas sanitarios en cada país plantean nuevos retos. A partir de los 30 años, muchos viajeros comienzan a ser más conscientes de su salud y de los imprevistos que pueden surgir lejos de casa. En este contexto, la planificación no se limita a itinerarios o reservas, la protección sanitaria adquiere un lugar central. Comprender qué ofrece la Tarjeta Sanitaria Europea y cuándo es recomendable contar con un seguro de salud se convierte en una decisión fundamental.
Viajar sin la cobertura adecuada puede salir caro. Literalmente. Los accidentes y problemas de salud no avisan, y muchas veces el viajero descubre sus límites cuando ya es demasiado tarde para corregir. Por eso, resulta esencial repensar cómo entendemos el seguro de viaje, no como un gasto extra, sino como una inversión en tranquilidad, previsión y responsabilidad personal.
La Tarjeta Sanitaria Europea: útil, pero limitada
La Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es uno de los instrumentos que permite a los ciudadanos acceder a la sanidad en el extranjero dentro del ámbito europeo. Se trata de un documento gratuito, emitido por la Seguridad Social, que facilita la atención sanitaria pública en condiciones de igualdad con los ciudadanos del país visitado. Está disponible para cualquier persona con residencia legal en España y afiliación al sistema público de salud. La solicitud puede realizarse de manera sencilla a través de la sede electrónica del INSS o en centros de atención presenciales.
Sin embargo, tiene limitaciones. La TSE no garantiza acceso a la sanidad privada, ni cubre servicios esenciales como la repatriación sanitaria, la cancelación de un viaje por causas médicas o la pérdida de equipaje. Además, su validez se circunscribe a países de la UE, Suiza, Islandia, Liechtenstein y Noruega, quedando fuera destinos populares como Turquía, Reino Unido, Marruecos o Estados Unidos.
Más allá del trámite administrativo, conviene detenerse en los riesgos reales a los que se enfrenta un viajero europeo. Aunque Europa dispone de sistemas públicos eficaces, un accidente o una enfermedad durante el viaje puede conllevar gastos inesperados o dificultades de acceso a la atención.
Entre los problemas de salud más comunes están las infecciones gastrointestinales, las caídas o esguinces durante actividades turísticas, los golpes de calor y episodios de deshidratación en países del sur, reacciones alérgicas por picaduras o alimentos, y la descompensación de enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes. En muchos de estos casos, si el centro sanitario más cercano no pertenece a la red pública, los costes deben ser asumidos por el paciente.
El seguro de salud y viajes, refuerzo necesario
Ante estos escenarios, el seguro de salud para viajes se posiciona como un complemento cada vez más imprescindible. A diferencia de la Tarjeta Sanitaria Europea, este tipo de cobertura ofrece atención médica privada, repatriación sanitaria, asistencia las 24 horas, cobertura en países no europeos y protección frente a cancelaciones, interrupciones o pérdida de equipaje.
Su funcionamiento es relativamente sencillo, el asegurado dispone de una red de clínicas y hospitales concertados y una línea directa de contacto en español. En algunos casos, se requiere autorización previa o se reembolsa el gasto una vez presentado la documentación médica.
Este tipo de seguros también permiten adaptar la cobertura a las necesidades específicas del viajero: edad, destino, duración del viaje o actividades previstas. La tranquilidad que aporta saber que se cuenta con respaldo ante cualquier eventualidad es una de sus principales ventajas. Contar con esta protección no solo evita gastos inesperados, sino que también agiliza la respuesta sanitaria ante urgencias, algo que no siempre ocurre con la TSE.
Viajar informado, viajar protegido
La decisión no pasa por elegir entre la TSE o el seguro privado, sino por entender que cumplen funciones distintas. La Tarjeta Sanitaria Europea es un recurso básico, recomendable y accesible para todos los ciudadanos. Pero no debe confundirse con una cobertura integral.
Para viajes cortos, en ciudades bien conectadas y… ¡Continúa leyendo en Seguros elEconomista!