Zurich, en su apuesta por la energía del futuro, ha invertido más de 150 millones de euros en bonos verdes de la multinacional eléctrica española Iberdrola.

Esta inversión permitirá a la compañía evitar emisiones a la atmósfera de unas 55.000 toneladas anuales de CO2. Esto equivale a las emisiones de CO2 provenientes de 2,3 millones de cilindros de propano empleados en las barbacoas domésticas o al carbono almacenado en cerca de 1,5 millones de semilleros de árboles sembrados durante 10 años.

La inversión en los bonos verdes emitidos por Iberdrola forma parte del compromiso de Zurich dirigido a convertirse en una de las firmas más responsables y con mayor impacto en el mundo y establecer un marco con el que evaluar y controlar el impacto de nuestras inversiones. Este bono apoyará un único proyecto de energías renovables: el de East Anglia ONE, gestionado por Scottish Power Renewables (propiedad al 100% de Iberdrola). El parque eólico offshore estará situado en el Mar del Norte a 85 kilómetros de East Anglia (Inglaterra) y estará compuesto por hasta 102 aerogeneradores y sus cimentaciones, cada uno de 7 megavatios y con una capacidad de generación de hasta 714 megavatios.

“Nos satisface enormemente invertir en instrumentos financieros verdes como los que ofrece Iberdrola, dado que habitualmente se utilizan para financiar o refinanciar diversos proyectos de esta índole. Todo ello contribuye al desarrollo sostenible con los beneficios medioambientales esperados, la atenuación del cambio climático, así como la transición energética”, señala Johanna Köb, directora de inversiones responsables en Zurich.

Jesús Martínez, director general de financiación y tesorería de Iberdrola afirma que “Iberdrola fue el mayor emisor de bonos verdes del mundo en 2016 y 2017. La financiación ecológica forma parte de nuestro ADN como empresa líder en energías renovables. Hace casi dos décadas decidimos centrar nuestra estrategia en la descarbonización invirtiendo en energías limpias”.