Los juguetes son imprescindibles para el desarrollo de un menor. Con motivo del ‘Día Mundial del Niño’, la entidad de servicios técnicos, de seguridad y certificación a nivel mundial, TÜV Rheinland, explica qué medidas tienen que aplicar los padres y tutores para que los pequeños disfruten de sus juguetes sin ningún riesgo.
El 20 de noviembre es un día importante para la población infantil. Se celebra el ‘Día Mundial del Niño’, una fecha en la que se conmemoran los aniversarios de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y de la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989). Dicho tratado establece una serie de derechos para los más pequeños, incluidos los relativos a la vida, la salud, la educación, a la vida familiar, a la protección frente a la violencia y la discriminación y, cómo no, el derecho a jugar.
Derecho a jugar
Y es que jugar desempeña una labor importantísima en el crecimiento como persona. ¿Quién no recuerda los juguetes que le marcaron en los primeros años de vida? ¿Cuánta gente guarda los regalos que más le gustaron para que lo utilicen futuras generaciones? ¿Cuántos juegos han sido determinantes para que un adulto elija una profesión?
Los peluches, balones, puzles, juegos de mesa… ayudan a desarrollar, entre otras, las capacidades físicas, mentales, sensoriales, creativas o de sociabilidad. Esto es algo en lo que coinciden todos los profesionales de la educación infantil.
Elegir el mejor juguete
Sin embargo, hay que tener precaución no solo a la hora de adquirir juguetes sino incluso en el momento recreativo, más en estos tiempos en los que la tecnología ha desafiado los límites y es más difícil tener un control de cómo se desarrolla. Por eso, TÜV Rheinland, da una serie de consejos a la hora de comprar y usar juguetes para niños:
- Comprobar que en el embalaje está la ‘Marca CE’, por la que el fabricante certifica que el artículo cumple las exigencias de seguridad de la Unión Europea.
- Hay que asegurarse de que en el embalaje o en el etiquetado figura el nombre, la marca del producto y la dirección en Europa del fabricante o importador.
- Seleccionar siempre los juguetes apropiados a la edad y habilidades del niño, teniendo en cuenta la edad mínima y máxima recomendada.
- Leer siempre con detenimiento las advertencias referentes a los peligros inherentes al juguete y los riesgos de daños que entrañen su uso, haciendo caso de todos los consejos que se indican en las instrucciones. Además, se debe guardar siempre el libro de instrucciones, aunque esté incluido en el embalaje.
- Montaje de juguetes: se deben seguir las recomendaciones que incluye el manual de instrucciones, evitando que los niños pequeños estén durante el proceso si eso puede ocasionar algún perjuicio para ellos. Si se trata de un regalo, una vez que se ha quitado el envoltorio, se recomienda acumularlo en una bolsa junto con el embalaje que no contenga instrucciones para luego reciclarlo.
- ¡Cuidado con las pilas! Los más pequeños desconocen que son tóxicas y pueden querer llevárselas a la boca para probarlas. Es mejor evitar los juguetes que contienen pilas de botón, pero, si no es posible, lo mejor es asegurarse que la tapa solo la pueda abrir un adulto. También hay que tener especial precaución con los juguetes magnéticos, cada vez más habituales. Los imanes son un peligro para la salud infantil y pueden provocar lesiones graves, por lo que tienen que haber pasado el control de calidad.
- Estar precavidos con las piezas diminutas de los juguetes porque, en el caso de los niños más pequeños, conllevan un riesgo de atragantamiento. En general se recomienda utilizar todas las medidas de seguridad que incluyan los juguetes.
- Supervisión de adultos: Los más pequeños nunca deben estar solos, así que se aconseja acompañarles mientras juegan. Es importante que los padres y madres se involucren en los juegos de los niños, fomentando los juegos en familia donde se fortalece el vínculo entre padres y madres con sus hijos, así como descubrir nuevas habilidades y formas de aprendizaje.
- En el caso de las videoconsolas o dispositivos tecnológicos, llevar a cabo una serie de medidas específicas siguiendo la recomendación de los expertos: controlar que juegan un tiempo prudencial, comprobar si el juego es educativo teniendo en cuenta su clasificación por edad, desactivar el GPS o activar el control parental y las restricciones de uso que se consideren necesarias.
- Todo consumidor tiene que saber que, si el juguete no cumple con alguno de los requisitos legales o lleva implícitos riesgos no advertidos, puede denunciarlo en los correspondientes organismos de consumo de su comunidad autónoma.
Según el área de certificación de productos de TÜV Rheinland, “se aconseja comprar los juguetes infantiles en lugares autorizados, evitando mercadillos, venta ambulante…”. Al mismo tiempo, “hay que intentar verificar certificaciones adicionales como la de TÜV Rheinland, que ofrece una mayor garantía de calidad sobre el producto”, señalan.
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