El debate de las pensiones lleva tiempo encima de la mesa. En los últimos meses diferentes personalidades y cargos públicos se han referido al tema y no hay semana que no aparezca en los medios un análisis, perspectiva, propuesta o comparativa con otros sistemas. Javier Santacruz, investigador de la FEF y autor del estudio “Longevidad y Cambios en el Ahorro y la Inversión”, arroja un poco de luz sobre los diferentes conceptos que deben ser tenidos en cuenta para poder entender el debate de las pensiones.
1.- El sistema público de pensiones español.
Finalidad de la Seguridad Social. Lo primero que debemos entender, y que no todo el mundo sabe, es que la finalidad del sistema público de pensiones en España es proteger a sus ciudadanos frente a aquellas situaciones que les impiden trabajar y obtener unos ingresos como consecuencia del envejecimiento (jubilación).
Sistema de reparto. España estableció un sistema de reparto para financiar dicha protección. Es decir, las pensiones, que se financian con las cotizaciones de los empresarios y trabajadores en activo a través de una contribución obligatoria. En el caso de la pensión por jubilación, la cuantía de la prestación se calcula en función del historial laboral del individuo: los años cotizados —en 2022 serán los últimos 25 años— y bases por las que cotizó.
Pacto de Toledo. Entre 1980 y 1995, el gasto en pensiones contributivas pasó del 5,6% del PIB al 8,4% y la relación entre el número de afiliados y el de pensiones disminuyó desde 2,7 a 2,1. Esta situación llevó a la creación de una ponencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso para que elaborase un informe donde se analizasen los problemas, perspectivas y posibles reformas de la Seguridad Social, conocido como el Pacto de Toledo. Esta comisión del Congreso de los Diputados, que se va renovando en cada legislatura, es la encargada de proponer recomendaciones con respecto al futuro de las pensiones.
2.- Esperanza de vida y jubilación.
La esperanza de vida es la cantidad media de años que vive una población determinada. En el caso de España, la esperanza de vida actual se sitúa alrededor de los 80 años para los hombres y 86 para las mujeres. Las previsiones indican que la esperanza de vida en España aumentará en más de 10 años en 2060, hasta superar los 90 años. Esto quiere decir que en 2065 la población de más de 65 años se habrá duplicado y supondrá un 40% de la población total. El aumento de la esperanza de vida es una gran noticia claro, pero afectará al sistema público de reparto español. Hoy en día hay 2,2 afiliados por cada jubilado. Si las perspectivas se cumplen, la población de jubilados superará los 16 millones de personas y sólo habrá un cotizante por cada jubilado, la mitad que ahora.
Hoy en día computan para el cálculo de la pensión pública los últimos 21 años trabajados. Sin embargo, este plazo aumentará progresivamente hasta 2022, cuando computarán los últimos 25 años.
3.- Tasa de sustitución.
La tasa de sustitución es un término económico clave en el debate de las pensiones. Esta tasa es el porcentaje del último sueldo que un trabajador cobra del sistema público cuando se jubila. Hoy en día en España está en torno al 80%. Esto quiere decir que si tu último sueldo fue de 1.000€, tu pensión será de 800€. Debemos destacar que la tasa de sustitución española es la más alta de la OCDE, cuya tasa de sustitución media es del 41%, es decir, la mitad. Las perspectivas indican que la tasa actual del 80% se reducirá de forma drástica hasta situarse en el 60% en 2030 y en el 51% en 2050.
Que en España tengamos actualmente la tasa de sustitución más alta es un privilegio, si bien insostenible a medio y largo plazo. Ello supone un desincentivo para el ahorro privado que complemente la futura pensión. Esta falta de concienciación de ahorro, sumado a la caída drástica esperada de la tasa, hace temer un impacto severo en el nivel de vida de nuestros jóvenes cuando se jubilen. Sin ahorro privado complementario, sus ingresos (y su nivel de vida) se reducirán a la mitad.
4.- Otros sistemas.
Además del sistema de reparto, dos de cada tres países de la OCDE han establecido un sistema mixto (reparto y capitalización). Destacan los países anglosajones, nórdicos y de Centroeuropa.
5.- Recomendaciones para tu pensión mientras dura el debate.
Han sido muchas las propuestas expuestas desde diferentes estamentos y por parte de diferentes actores para nuestro país. Entre ellas destaca la apertura del sistema de reparto único a un sistema combinado de tres pilares: una pensión básica en sistema de reparto, un segundo pilar de capitalización individual obligatorio financiado por empresarios y trabajadores y un tercero de capitalización voluntaria.
Mientras tanto, cambie o no el sistema de pensiones actual, lo más importante es la concienciación en el ahorro complementario privado. Sobre todo si el sistema no cambia, nos espera un largo periodo de tiempo de jubilación con unos ingresos que se reducirán progresivamente a la mitad sin ese complemento. Diferentes productos de ahorro e inversión pueden ser válidos de cara a obtener ese plus que necesitemos cuando nos jubilemos, aunque los Planes de Pensiones están específicamente diseñados para ese fin.