Con el fin del verano llega el momento de dejar atrás el descanso vacacional y regresar a la rutina laboral, un proceso que puede resultar complicado. La alteración de horarios durante las vacaciones puede causar un desajuste en los hábitos de sueño, conocido como jetlag postvacacional, que desestabiliza el ciclo vigilia-sueño y puede provocar insomnio, fatiga y dificultad para concentrarse. Este fenómeno, exacerbado por la actividad social nocturna y los viajes, afecta la productividad y el bienestar.
El estudio Cigna 360-Vitality revela que el 55% de los españoles sufre problemas de sueño vinculados al estrés, una situación que ha empeorado respecto al año anterior. En casos graves, este malestar puede derivar en síndrome posvacacional si persiste más allá de 10 a 15 días, aunque la mayoría de las personas se recuperan en unos pocos días.
La Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España, señala que «el descanso nocturno es crucial para el equilibrio y la salud neurológica. La transición de las vacaciones a la rutina laboral puede desajustar los ritmos circadianos, afectando la atención y la memoria. Mantener una adecuada higiene del sueño es esencial para optimizar el rendimiento físico y mental tras las vacaciones».
Cómo superar el jetlag postvacacional
Para superar el jetlag postvacacional y restablecer un patrón de sueño saludable, los expertos de Cigna Healthcare recomiendan las siguientes estrategias:
Sincronizar la exposición a la luz natural
Con la llegada del otoño, es fundamental ajustar los ritmos circadianos mediante la exposición al sol durante el día, especialmente por la mañana, para regular la producción de melatonina y mejorar la alerta y el bienestar.
Regular la carga de trabajo
Adaptar progresivamente la carga de trabajo al regresar de las vacaciones ayuda a reducir el estrés y facilita un horario de sueño más estable, evitando interrupciones en el ritmo circadiano.
Ajustar el horario de descanso
Realizar cambios graduales en la hora de acostarse ayuda al cuerpo a adaptarse al horario laboral, reforzando el ritmo circadiano y mejorando la calidad del sueño.
Eliminar las siestas
Para adaptarse mejor a la rutina laboral, es recomendable reducir o eliminar las siestas estivales, facilitando así un sueño nocturno más regular y reparador.
Adoptar hábitos saludables
Retomar una rutina de cenas ligeras, evitar el alcohol y el exceso de cafeína, y practicar ejercicio regular son claves para un «detox» postvacacional que favorezca el descanso y el bienestar general.
Estos consejos ayudarán a que la transición al trabajo sea más fluida, optimizando el bienestar y la productividad tras el descanso vacacional.
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