El sector del transporte lidera la mejora del riesgo sectorial según el barómetro de Coface, gracias a la recuperación del turismo, la reapertura de China y el apoyo de las políticas públicas en algunos países.
Sin embargo, sigue enfrentándose a desafíos como los altos costes de la energía y la debilidad de la demanda mundial.
Transporte aéreo
El sector del transporte aéreo es el segmento más dinámico del sector. Tras sufrir mucho por la crisis del Covid-19, ha experimentado un repunte desde el segundo semestre de 2021. La reapertura de las fronteras de China y Japón, y la flexibilización de las condiciones de viaje para los turistas internacionales han impulsado el tráfico de pasajeros. El número de vuelos comerciales ya supera el nivel anterior a la crisis, aunque con una menor ocupación. La región Asia-Pacífico ha registrado un aumento del 171% interanual en abril de 2023, gracias sobre todo a China. No obstante, la demanda sigue siendo un 18% inferior a la de 2019.
Los fabricantes de aviones también han visto aumentar sus pedidos netos. Boeing y Airbus recibieron 774 y 820 pedidos respectivamente en 2022, y el Salón Aeronáutico de París fue escenario de nuevos anuncios importantes. Air IndiGo encargó 500 A320 y Air India encargó 250 aviones Airbus y 220 Boeing. Estos datos han motivado la mejora del riesgo del sector aeroespacial en algunos países, como Francia.
Además, los actores del sector aéreo están adoptando una estrategia más sostenible. Por un lado, los fabricantes están innovando para producir aviones más ecológicos. Por otro lado, las compañías aéreas están renovando sus flotas para tener aviones que consuman menos energía.
El transporte marítimo
El transporte marítimo, en cambio, está en ligero descenso tras dos años excepcionales. Los fletes marítimos han caído, los costes de la energía son altos y la estanflación afecta a los resultados financieros de los transportistas marítimos. Maersk y CMA CGM vieron caer sus ingresos un 26% y un 30% interanual en el primer trimestre de 2023, aunque siguen muy por encima de los niveles de 2019. Esta caída se debe principalmente al efecto precio, ya que los volúmenes han disminuido menos. El índice de tráfico de contenedores se contrajo solo un 3% interanual en el periodo enero-abril de 2023. Esta caída se traslada en parte al transporte ferroviario y por carretera, que se usan para transportar mercancías desde los puertos.
Mercancías
Finalmente, el transporte de mercancías se beneficia de unos costes de la energía y el combustible menores que los de 2022. Esto permite al transporte marítimo, ferroviario y por carretera compensar parcialmente la disminución de los volúmenes de mercancías.
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