El IEE advierte de las distorsiones institucionales y la minoración de la voluntad popular derivadas de la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado.
El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha presentado un informe sobre la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado para 2024, una decisión tomada por el Gobierno tras renunciar a elaborar nuevas cuentas públicas debido a la fragmentación del Parlamento y la proximidad de las elecciones autonómicas.
‘La prórroga para 2024 de los Presupuestos Generales del Estado’
El informe, elaborado por el Servicio de Estudios del IEE, lo firman Miguel Ángel Martínez Lago, Catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Complutense de Madrid, y Santiago Lago Peñas, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo.
Ambos consideran que la prórroga presupuestaria es una medida «extraordinaria y disfuncional» que «elude la necesaria tramitación parlamentaria y minorando la voluntad popular». Además, advierten de que esta medida «genera incertidumbre y riesgos a la baja sobre la evolución de la economía española» y «es una oportunidad perdida para abordar los retos económicos y sociales del país».
Distorsiones institucionales y minoración de la voluntad popular
El informe subraya que esta situación implica prescindir del poder parlamentario representativo de la ciudadanía, ya que las Cortes Generales tienen la facultad de aprobar los Presupuestos. La ausencia de una mayoría suficiente en las Cámaras para aprobar el principal instrumento de política económica del Ejecutivo ha sido uno de los motivos para plantear la disolución de las Cortes y elecciones anticipadas en legislaturas anteriores.
Incertidumbre y riesgos para la economía española
Los expertos del IEE también advierten de que la prórroga presupuestaria puede generar «incertidumbre» y «riesgos a la baja» para la economía española. Esto se debe a que los presupuestos prorrogados no contemplan los cambios económicos que se han producido desde su aprobación, como el aumento de la inflación y los costes energéticos.
La evolución de las condiciones principales de financiación, así como la incertidumbre derivada de los conflictos bélicos internacionales y su incidencia sobre las transacciones comerciales internacionales, y la debilidad de la inversión empresarial en los últimos años requerirían de otra programación presupuestaria que permitiera cubrir estas contingencias y generar confianza entre las familias y las empresas.
Falta de un plan de consolidación fiscal a medio plazo
A pesar de que la prórroga de presupuestos no supondría, en principio, una escalada
del déficit público en 2024, gracias al efecto positivo del ciclo económico, esta tampoco
contribuirá a su corrección, dadas las ineficiencias existentes en la partida de gastos corrientes. Sin embargo, lo más relevante de este 2024, es la falta de un plan de consolidación fiscal a medio plazo, que es preocupante en un contexto de entrada en vigor de las reglas de fiscales europeas, dado nuestro elevado nivel de endeudamiento público. En este sentido, debería ampliarse el margen para la reducción de deuda, pese al acercamiento del déficit al 3% este año.
Esta prórroga presupuestaria no frenará el incremento del gasto, fundamentalmente del gasto corriente, que contribuye en mayor medida al crecimiento de esta partida en el año en curso, mientras que el gasto en inversión mantendrá su atonía.
Una oportunidad perdida para abordar los retos del país
A este respecto la gran reforma estructural de la mejora de eficiencia del gasto público
sigue pendiente. De igual modo, la prórroga presupuestaria no es la mejor señal para despejar incertidumbres y generar confianza acerca de que la política económica, en general, y la fiscal, en particular, pueda asumir tanto su responsabilidad de estabilización y moderación de forzar el aumento del PIB potencial a largo plazo.
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