El impacto del consumo excesivo de azúcar en la salud dental infantil

El impacto del consumo excesivo de azúcar en la salud dental infantil

Sanitas ayuda a cuidar los dientes de leche de los niños y prevenir problemas de salud bucodental desde temprana edad.


Según el último Estudio Sanitas de Salud Bucodental, el 75% de los españoles considera importante la salud bucodental en su vida diaria y esta preocupación es significativamente superior en las personas que tienen hijos, entre otros grupos poblacionales.

«La salud de los dientes de leche va más allá de la estética; es esencial para el correcto desarrollo infantil. Problemas como las caries o infecciones pueden afectar no solo la boca, sino también la salud general del niño, impactando en su alimentación, sueño y bienestar emocional. Enseñar a los niños hábitos saludables desde temprana edad garantiza una transición más fluida hacia una dentadura permanente sana», señala Michelle Pawly, odontóloga de Sanitas Dental.

“Los dientes de leche cumplen funciones clave en el desarrollo del niño ya que actúan como guías, manteniendo el espacio necesario para la correcta erupción de los dientes permanentes y evitando problemas de alineación o mordida en el futuro. Además, son fundamentales para una buena masticación y contribuyen al desarrollo del habla, ayudando a pronunciar palabras correctamente”, concluye la odontóloga de Sanitas Dental.

Descuidar su salud puede provocar infecciones dolorosas, afectar a su sueño y alimentación e incluso repercutir en el bienestar general del niño.

Principales problemas que puede generar el consumo excesivo de azúcar

Caries. La ingesta en exceso de azúcares es una de las principales causas de aparición de caries. Las bacterias presentes en la boca transforman estos azúcares en ácidos, lo que deteriora el esmalte dental y da lugar a cavidades.

Dolor dental y abscesos. Cuando las caries progresan, pueden ocasionar dolor severo y formar abscesos en la raíz del diente. Estas acumulaciones de pus requieren atención médica inmediata.

Infecciones bucales. Comprometen tanto la salud de la boca como el bienestar general del cuerpo.

Problemas de alineación dental. Los dientes de leche dañados pueden alterar la posición y el espacio necesario para los dientes permanentes, lo que provoca apiñamientos o maloclusiones más adelante.

Retraso en la erupción dental. La pérdida prematura o las infecciones en los dientes de leche en ocasiones dificultan la correcta erupción de los dientes permanentes, afectando a la mordida y a la estética facial.

Recomendaciones para cuidar los dientes de leche de los niños durante esta época

Moderación en el consumo de dulces. Permitir que los niños disfruten de dulces, pero en cantidades controladas, ayuda aminimizar el riesgo de caries. Es recomendable establecer límites diarios y optar por dulces menos pegajosos y con menor contenido de azúcar.

Carla Álvarez Llaneza, psicóloga de Blua de Sanitas matiza: “Es fundamental enseñar a los niños a disfrutar de los dulces de manera equilibrada sin generar sentimientos de restricción excesiva que puedan llevar a frustraciones o comportamientos de rebeldía. Utilizar estrategias positivas, como involucrar a los niños en la elección de dulces más saludables, establecer rutinas de consumo controlado y reforzar hábitos de higiene bucal de manera lúdica ayudará a que comprendan la importancia de la moderación sin que se sientan castigados”.

Higiene oral rigurosa. Asegurarse de que los niños se cepillen los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor es necesario. El uso del hilo dental también es fundamental para eliminar restos de comida entre los dientes que el cepillo no alcanza.

Evitar el consumo frecuente de azúcares. Promover hábitos saludables como ofrecer frutas frescas o frutos secos como alternativas a los dulces. Además, es preferible que los niños consuman dulces durante las comidas principales en lugar de entre ellas para reducir la exposición continua al azúcar.

Visitas regulares al dentista. Puede ayudar a identificar y tratar problemas potenciales a tiempo. Es recomendable una visita de control cada seis meses para mantener una salud bucodental óptima.

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