Qaracter analiza los desafíos de la gestión del talento en el sector financiero y asegurador, destacando la necesidad de modelos organizativos más humanos y colaborativos.
Del capital humano al valor humano: una nueva mirada a las personas
Las empresas más avanzadas están evolucionando hacia modelos organizativos más humanos, planos y cercanos donde el talento se entiende como el principal motor de innovación y competitividad. Esto implica diseñar entornos laborales inclusivos, colaborativos y alineados con los valores y propósitos de cada organización, donde las personas puedan desarrollar su máximo potencial.
Atracción de talento: propósito, flexibilidad y marca empleadora
Las nuevas generaciones priorizan aspectos como la conciliación, el desarrollo profesional continuo, el sentido del trabajo y buscan contexto de aprendizaje, donde puedan desarrollarse y crecer personal y profesionalmente. Las empresas que son capaces de comunicar un propósito claro, ofrecer modelos híbridos y fomentar culturas de aprendizaje continuo tienen más probabilidades de atraer el talento que necesitan. La marca empleadora se convierte en una herramienta clave para destacar en un mercado laboral altamente competitivo.
La apuesta de Qaracter por el talento: una visión estratégica e internacional
En empresas como Qaracter, se entiende que el talento es el resultado de multiplicar competencia por compromiso y, a la vez, dicho compromiso con las personas va más allá de la teoría. Esta visión se traduce en iniciativas como Qaracter Academy, un programa que ha formado ya a más de 170 profesionales en 11 ediciones, de los cuales el 24% forma parte actualmente de la plantilla de la empresa.
Más allá de la formación técnica, Qaracter Academy se centra en la transmisión de cultura corporativa, valores y metodologías prácticas aplicables desde el primer día. Su alcance internacional, con ediciones recientes en Europa y América Latina, refleja la ambición de Qaracter por preparar talento capaz de desenvolverse en entornos globales y multiculturales.
El impacto de esta estrategia se refleja en la estabilidad de sus equipos, en el crecimiento sostenido de su plantilla y en la alta implicación de sus profesionales.
Desarrollo y formación: clave para la fortaleza y la innovación
Invertir en el desarrollo de las personas ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. La formación continua, la movilidad interna y los planes de carrera son herramientas fundamentales para construir organizaciones resilientes, innovadoras y preparadas para los desafíos del futuro. La gestión del conocimiento y el liderazgo inclusivo y cercano son también palancas que marcan la diferencia.
Fidelización del talento: bienestar, reconocimiento y sentido de pertenencia
Retener talento no depende solo del salario. El bienestar emocional, el reconocimiento profesional y un entorno de trabajo positivo y participativo son factores determinantes para mantener la motivación y el compromiso a largo plazo. En este sentido, escuchar activamente a los equipos, medir su experiencia y actuar en consecuencia es hoy más importante que nunca.
José Manuel Casado, presidente de Qaracter, concluye: “La gestión del talento se enfrenta a un futuro desafiante, marcado por la inteligencia artificial, la automatización y el cambio cultural. Las empresas que logren poner a las personas en el centro, integrar tecnología de forma ética bajo el principio de ‘human by design’ y fomentar culturas de confianza y colaboración serán las que lideren el cambio”.