
The Valley celebra su primer Top Management Summit con líderes que reflexionan sobre el futuro del liderazgo, la ética y la tecnología en un entorno imprevisible.
Top Management Summit
Un encuentro exclusivo dirigido a su comunidad directiva que ha reunido a más de cincuenta perfiles de alta dirección bajo el lema “cómo construimos el futuro con cada decisión del presente”. La jornada ha ofrecido, desde una mirada estratégica y humanista, un espacio de reflexión, visión a largo plazo, networking y conversación entre líderes sobre el papel de la tecnología, la ética y la toma de decisiones en un entorno cambiante.
El contexto actual ha transformado profundamente el liderazgo
La imprevisibilidad se ha consolidado como norma, y tecnologías emergentes como la inteligencia artificial o la biotecnología plantean oportunidades inmensas, pero también dilemas éticos y estratégicos sin precedentes. La toma de decisiones ha dejado de ser una cuestión táctica para convertirse en un ejercicio de responsabilidad hacia el futuro. Hay que anticiparse, actuar con propósito y construir desde lo humano.
Cada decisión adoptada desde la alta dirección tiene hoy un alcance que va más allá del negocio, afecta al entorno, a las personas y al rumbo que tomará la sociedad en los próximos años. Por eso, construir el futuro exige reflexión, visión crítica y participar en espacios en los que compartir ideas con otros líderes.
Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción — como contar con tutores personalizados basados en IA o integrar tecnología en el cuerpo humano— empieza a materializarse. En este nuevo contexto, liderar implica anticiparse a los dilemas éticos, sociales y estratégicos que acompañan estos avances y tomar decisiones que orienten su impacto en las organizaciones y en la sociedad.
Juan Luis Moreno, Partner & Managing Director de The Valley.
“Liderar hoy implica ser muy consciente de las consecuencias que tienen nuestras decisiones en el largo plazo. El futuro no es un destino, sino una construcción continua, y todo lo que hacemos en el presente contribuye a darle forma. Con el Top Management Summit hemos querido ofrecer un espacio de pausa y reflexión para que los directivos puedan tomar decisiones más alineadas con la visión de futuro que desean impulsar”.
Los retos del futuro incluyen gestionar la creciente incertidumbre tecnológica
Especialmente la incorporación de la inteligencia artificial y la biotecnología en la estrategia empresarial. Estos avances no solo plantean desafíos técnicos, sino también dilemas éticos que requieren una reflexión profunda y responsable. Además, los líderes deberán saber guiar a sus equipos en un entorno cada vez más complejo e imprevisible, adaptándose con agilidad a los cambios y fomentando una cultura de innovación y aprendizaje continuo. El líder del futuro será aquel capaz de combinar visión estratégica con sensibilidad ética, construyendo un legado sostenible y alineado con los valores sociales que trascienden al éxito económico inmediato.
Un encuentro exclusivo para reflexionar sobre el liderazgo y la innovación
La jornada ha arrancado con la intervención de Ignacio del Pozo, COO en IBM, quien ha subrayado la necesidad de preservar lo humano en un contexto de creciente automatización: “hay que dejar a las máquinas ser máquinas y al humano ser humano”. También ha puesto en valor la importancia de transformar el sistema educativo para reforzar las soft skills desde la infancia y ha llamado la atención sobre los retos éticos de la inteligencia artificial.
David Vivancos, CEO de Artificiology, ha planteado una pregunta: ¿es la biotecnología la próxima revolución tras la IA? A través de casos concretos, ha mostrado cómo ya se están desarrollando tratamientos personalizados basados en biotecnología, y ha explorado el concepto de “life as a service” como paso hacia una integración cada vez más profunda entre el ser humano y la tecnología. También ha reflexionado sobre la posibilidad de alcanzar una longevidad extrema gracias a la ciencia aplicada al cuerpo humano.
Macarena Estévez, CEO de Cirentis, ha compartido su visión a través de un relato titulado Conversaciones con mi nieta en 2045, con el que ha invitado a reflexionar sobre el legado que dejamos con cada decisión. En su intervención, ha abordado cuestiones como la inteligencia artificial de las emociones, el papel de la fe en un mundo tecnológico, y el riesgo de que las nuevas generaciones pierdan autonomía en su pensamiento. Frente a ello, ha defendido que solo reforzando valores como la empatía, la bondad y la compasión podremos mantener el control sobre el rumbo que tomamos como sociedad.