
El número de siniestros registrados en el ramo multirriesgo ha experimentado un aumento del 4,5% en el primer semestre del año, revirtiendo la tendencia a la baja observada en 2024. Así lo revela el último informe de AsiturFocus, que también señala un ligero incremento del 0,4% en los servicios de asistencia.
El análisis destaca un notable repunte de los siniestros por daños eléctricos, que han crecido casi un 39% respecto al mismo periodo del año anterior. AsiturFocus vincula este incremento a factores como el apagón generalizado del 28 de abril, el auge de tormentas eléctricas y las olas de calor, como la registrada en junio. Estos fenómenos han provocado sobretensiones que han afectado tanto a instalaciones eléctricas domésticas como industriales, en comunidades como Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía.
Crecen los siniestros por fenómenos atmosféricos
También se ha registrado un aumento del 18,4% en los siniestros causados por fenómenos atmosféricos, mientras que los daños por agua han subido un 3,3%. En contraste, las incidencias relacionadas con robos, incendios y rotura de cristales han descendido un 3,2%, 3,3% y 8,7% respectivamente.
En cuanto a los servicios de asistencia, el informe constata un leve crecimiento general, destacando el aumento de los servicios de electricidad de emergencia (+19,2%), en gran parte afectados por el mismo contexto de tormentas y apagones, así como los servicios de manitas, que crecen un 3,3%. También se incrementan los servicios de control de plagas (+14,6%), un fenómeno al que AsiturFocus ha prestado especial atención en anteriores estudios, al considerar que el aumento de temperaturas acelera la proliferación de insectos en entornos urbanos y rurales.
Por el contrario, descienden los servicios de cerrajería urgente (-5,1%) y los de envío de profesionales (-5,4%), lo que puede estar relacionado con cambios en los hábitos de consumo o mejoras en la prevención.
Desde AsiturFocus destacan que esta evolución de los datos refleja el impacto creciente de los fenómenos climáticos extremos y del uso intensivo de la tecnología en el hogar, lo que obliga a las aseguradoras a adaptar sus coberturas y servicios a un entorno cada vez más influido por factores ambientales y tecnológicos.