
Sergio López Ejarque, Socio área Derecho de Seguros. AGM Abogados
¿Qué es el seguro de Responsabilidad Civil (RC) por producto defectuoso?
No es inhabitual —de hecho, es absolutamente recomendable e ilustrativo de una mínima diligencia empresarial— que fabricantes, importadores y exportadores de todo tipo de productos tengan contratadas pólizas de Responsabilidad Civil por producto defectuoso.
Dichas pólizas los protegen frente a reclamaciones de terceros por los daños que puedan provocar sus productos si, una vez entregados, resultan ser defectuosos.
El problema de las expectativas: ¿qué cubre realmente tu póliza?
Sin embargo, cuando llega el siniestro, no es raro que la empresa asegurada se lleve un desengaño respecto al alcance y los límites de su póliza. Como ocurre tantas veces en la vida, hablamos de un problema de expectativas: si no se conoce bien qué cubre el seguro y qué queda fuera, es lógico que la decepción llegue en el peor momento. No en vano, más de un empresario ha resumido su experiencia con esta frase irónica:
“Mi seguro es como la wifi de aeropuerto: siempre dicen que está, pero justo cuando lo necesitas… falla la cobertura.”
Cómo entender tu póliza de Responsabilidad Civil de producto
Para evitar este problema, resulta básico conocer exactamente que póliza estamos contratandoy, en base a ello, saber qué cobertura tenemos y cómo podemos mejorarla contratando coberturas específicas según nuestras necesidades.
El presente artículo aspira a ser una guía muy resumida y elemental que acerque al empresario a este conocimiento básico.
¿Qué cubre una póliza de RC de producto?
La póliza de Responsabilidad Civil cubre la responsabilidad extracontractual del fabricante, importador o exportador por los daños personales o materiales que sus productos causen a sus clientes o a otros terceros.
Partiendo de dicho ámbito material, se entiende por tanto que esta póliza incluya la cobertura frente a:
- Daños personales: lesiones, enfermedades o fallecimientos provocados por un producto defectuoso.
- Daños materiales: desperfectos en bienes de terceros causados por el producto asegurado.
- Daños patrimoniales consecuenciales: pérdidas económicas derivadas de los anteriores (por ejemplo, el lucro cesante de una cafetería que se ve obligada a cerrar tras un incendio causado por una cafetera defectuosa).
- Defensa jurídica: honorarios de abogados, peritos, procuradores y costas judiciales, además de la constitución de fianzas civiles y penales.
Exclusiones comunes en los seguros de producto defectuoso
Es habitual que, debido a su naturaleza, estas pólizas excluyan expresamente de cobertura:
- Daños al propio producto defectuoso: el seguro protege frente a daños a terceros, no frente a la pérdida de tu propio bien. Por lo tanto, deberás reponer el producto gratis a tu cliente y el seguro no cubrirá dicha reposición.
- Costes de reparación, sustitución o retirada del mercado.
- Daños puramente económicos no derivados de un daño físico: por ejemplo, pérdidas de ventas por mal funcionamiento, sin siniestro.
- Garantías comerciales o incumplimientos contractuales: el seguro cubre responsabilidad civil, no la obligación de entregar un producto conforme al contrato.
- Defectos conocidos o conductas dolosas del asegurado.
- Sectores o riesgos excluidos: como productos aeronáuticos, salvo pacto expreso, o daños en Estados Unidos/Canadá si no se contrata cobertura adicional.
Coberturas adicionales recomendadas para empresa
Ante estas exclusiones habituales, el mercado asegurador ofrece garantías complementariasque pueden mejorar la cobertura básica y cuya contratación puede resultar muy necesaria según la actividad o el sector en el que se opere. Las más habituales suelen ser:
- Cobertura de retirada (“Product Recall”): cubre los costes logísticos, de comunicación y destrucción en campañas de rellamada. Muy recomendable para el sector de alimentación o farmacéutico, en el que las campañas pueden afectar a miles de unidades en todo el mundo.
- Cobertura de unión y mezcla: cubre daños a productos de terceros cuando se integran con el del asegurado y ya no pueden separarse (imprescindible en el sector de automoción y componentes).
- Cobertura de sustitución y montaje: cubre los gastos de desmontar un producto defectuoso incorporado en otro bien y reemplazarlo por uno correcto (también imprescindible en automoción y componentes).
- Cobertura de transformación: protege cuando un insumo o materia prima defectuosaarruina el resultado final de un proceso productivo (muy recomendable en alimentario o farmacéutico).
- Cobertura de contaminación accidental o maliciosa: fundamental en alimentación, bebidas, cosmética y farmacéutico.
- Cobertura de extensión Estados Unidos/Canadá: imprescindible cuando se exporta a esas jurisdicciones.
Conclusión: anticiparse es clave en la gestión del riesgo empresarial
Como puede apreciarse, la póliza de RC de productos es una herramienta de diligencia empresarial mínima. Pero no basta con contratarla: hay que entender sus límites y valorar las coberturas adicionales que se adapten a la actividad concreta de cada empresa. Solo así se evita la frustración de descubrir, en mitad de un siniestro, que la póliza no cubre lo que se daba por supuesto.
En un mercado cada vez más regulado y exigente, anticiparse es más barato que improvisar:revisar la póliza, adaptarla al riesgo real y contratar garantías adicionales cuando corresponda es una muestra de gestión responsable y profesional, altamente recomendable. O, dicho de otramanera, la única forma de que esta vez la “wifi” realmente funcione y dé cobertura justo cuando más se necesita.