La fundación ha editado un libro cuya meta es analizar la relevancia internacional de esta actividad profesional
“La profesión actuarial se encuentra en un momento fascinante de cambio, clave a la hora de adaptarse a las nuevas demandas de la sociedad y fundamental para ser competitiva a nivel internacional”. Así lo señaló ayer en Madrid Miguel Ángel Santolino, autor del libro Cualificación Profesional del Actuario. Estudio Internacional Comparado, una obra, editada por Fundación Mapfre, cuyo objetivo es analizar la relevancia internacional que en la actualidad tiene la profesión del actuario y describir cómo se desarrolla en distintos países.
Santolino, experto en medición empresarial del riesgo y resolución de conflictos entre agentes, asegura que “año tras año la figura del actuario aparece en los primeros puestos de los distintos rankings de las profesiones mejor valoradas, tanto en España como en el extranjero”.
Doctor en Ciencias Empresariales por la Universidad de Barcelona, el autor destaca además que la valoración de la profesión, “todavía muy desconocida por muchos sectores de la sociedad”, obtiene mayor reconocimiento en los países anglosajones.
El responsable de la obra también hizo referencia a que “las organizaciones profesionales supranacionales, como la Asociación Actuarial Internacional (IAA), garantizan que exista un mínimo común de conocimientos técnicos entre los actuarios miembros de las distintas asociaciones profesionales. Son los conocidos core syllabus actuariales, de acceso público, que en estos momentos están siendo revisados (su entrada en vigor está prevista para marzo) y que incluyen un cambio de enfoque importante en relación al conocimiento exigible al futuro actuario: que debe ser muy versátil, con gran capacidad de adaptación en un mundo cada vez más complejo y con una formación más trasversal en lugar de un conocimiento muy especializado”.
“Cada asociación -considera el autor- establece los criterios de acreditación para adaptar la profesión a su realidad nacional, decidiendo, entre otros aspectos, dónde se quieren situar por encima del mínimo que establecen dichas entidades supranacionales”.
En este sentido, España, donde la profesión de actuario es una de las que tiene menor tasa de desempleo, “está bien posicionada y cuenta con capacidad suficiente a la hora de escalar posiciones”.
Los actuarios, expertos en seguros que evalúan los riesgos a los que se enfrentan las entidades aseguradoras, afrontan numerosos cambios en los próximos años. Entre ellos, destaca el hecho de aportar su conocimiento y experiencia a otros ámbitos, distintos al asegurador y financiero, “en los que el análisis y la evaluación de riesgos tienen especial relevancia en la toma de decisiones”.
A este aspecto también se refirió Eduardo Sánchez, subdirector general actuarial de Mapfre y tutor de dicha obra, que también participó en el acto.
Sánchez apuntó los desafíos a los que se enfrentan los cerca de 250 actuarios que trabajan actualmente en su empresa, profesionales que principalmente realizan funciones de tarificación, valoración de provisiones técnicas, cálculo de capital de solvencia y elaboración de modelos predictivos.
“Las nuevas tecnologías y el acceso a fuentes de información masivas (Big Data) van a convertir al actuario en un profesional imprescindible en las entidades aseguradoras de Mapfre, abriendo nuevas posibilidades de actuación más allá de las tradicionales en las que se ha desarrollado su actividad”.
Sánchez también destacó que el conocimiento de técnicas estadísticas avanzadas de predicción y de cómo se pueden trasladar a la toma de decisiones empresariales “permitirá a los usuarios aportar soluciones cuantitativas en otros ámbitos de la empresa”, algo que a su juicio “contribuirá a mejorar la eficiencia de los equipos y la calidad de los productos y servicios”.
El acto, celebrado en el auditorio de Fundacion Mapfre, contó además, con la intervención de Gregorio Gil de Rozas, presidente del Instituto de Actuarios Españoles, quien señaló que “en España, el actuario disfruta de un reconocimiento y protección legal al más alto nivel, por la conciencia del regulador de la necesidad de que determinadas funciones sean desempeñadas en dichas industrias por profesionales muy cualificados, lo que constituye una garantía de cara a la sociedad”.
También mencionó que la revista científica Anales, la de mayor relevancia en la ciencia actuarial y financiera en lengua española, que edita el Instituto de Actuarios Españoles, inicia una nueva etapa en la que quiere consolidar dicha posición.