Los modelos de sillas con homologación I-Size obtienen una buena puntuación
El Race publica, junto con el resto de partners europeos, el primer informe de evaluación de los sistemas de retención infantil del año 2017. En él se analiza, en condiciones más exigentes que las pruebas de homologación, la seguridad, el manejo, la ergonomía y la presencia de sustancias peligrosas en los tejidos de las sillitas.
Entre este primer trabajo de 2017 se han analizado 42 modelos de sillas a la venta en el mercado, de los cuales 24 se han clasificados con una nota de satisfactoria y 13 con aceptable. En la parte baja de la tabla, ocho sillas no han conseguido superar los niveles mínimos de calidad exigidos, con tres modelos que han obtenido la calificación de insatisfactorio y cinco con muy insatisfactorio.
En una nueva edición, y ya son 16 años trabajando en este informe, el Race participa en el estudio europeo en el que se analiza la seguridad de la silla, con impactos frontales y laterales; se estudia el manejo y la instalación, sobre todo los posibles fallos en la colocación del sistema con seguridad; se analiza la ergonomía y la comodidad para el niño; y por último, la presencia de sustancias peligrosas en los tejidos de las sillitas.
Desde el año 2015, los clubes automovilísticos someten a los productos a test de seguridad y uso más exigentes. Ahora, los requisitos que se exigen para obtener buenos resultados en el test son más duros, con pruebas de impacto frontal con nuevos dummies y nuevos sensores (abdominales en el Q3) que permiten una mejora en la identificación de lesiones.
Para los resultados, se tiene en cuenta la normativa I-SIze ECE R 129 y las nuevas condiciones de pruebas según EuroNCAP, y se han reformulado las pruebas de manejo y ergonomía.
En cuanto a las pruebas de sustancias contaminantes y no contaminantes se han tomado en cuenta las normas más actuales para juguetes y textiles. Por lo tanto, con el endurecimiento de los criterios de análisis, no se pueden comparar los resultados obtenidos antes y después de 2015, ya que a partir de este año los resultados responden a parámetros diferentes.
La principal novedad de este primer informe 2017 es el mayor número de sistemas de retención infantiles analizados, con un aumento del 30% respecto al número de sillas analizadas en ediciones anteriores.
Además, en este test se han evaluado 13 modelos homologados con la normativa ECE R-129 (i-Size), donde todos los modelos, a excepción de uno, han superado los niveles de calidad exigidos, y en su mayoría con la calificación de satisfactoria. La única silla i-Size que no ha pasado los niveles de recomendación ha sido debido a las pruebas de presencia de sustancias tóxicas presentes en los tejidos, no a la seguridad de las pruebas de impacto.
Las buenas clasificaciones en las sillas homologadas bajo la norma i-Size demuestran “la mejora de la seguridad respecto a los modelos comercializados con la homologación R44/04, sobre todo en una mayor protección frente al impacto lateral”. Los usuarios que quieran adquirir una silla con homologación i-Size deben tener en cuenta una serie de especificaciones, como que el vehículo donde se vaya a instalar lleve un tercer punto de anclaje para su instalación mediante el Top tether o que esté adaptado para colocar la silla con una pata de apoyo.
Las sillas comercializadas bajo i-Size tienen unas características especiales. En primer lugar, deben superar una prueba de impacto lateral; además, el rango de la silla se mide según la altura del niño (dejando los percentiles de peso y edad), por lo que desaparece la clasificación de grupos como la hemos entendido hasta ahora (grupo 0+, I…).
Por último, los niños de hasta 15 meses deben ir en contra de la dirección de la marcha. Esta nueva homologación no afecta a los padres con sillas de ECE –R44, ya que todavía no está prevista la desaparición de las sillas de esta normativa. Por lo tanto, aquellos que necesiten adquirir una silla pueden optar entre los modelos de las dos homologaciones.
Entre los consejos del Race a la hora de comprar, el club recomienda verificar que el vehículo está adaptado y homologado para el uso de la silla según su norma. Una vez comprobado este punto, lo siguiente es buscar el modelo que mejor se adapte a la altura del pequeño, teniendo en cuenta el sentido de la marcha. La recomendación del Race es “que se lleve al niño al menos hasta los 105 centímetros de altura, los 18 kilos de peso y nunca con menos de dos años”.
A la hora de elegir la silla, también se debe comprobar su facilidad del manejo, ya sea durante su instalación mediante los anclajes Isofix del vehículo como en su fijación a través de los cinturones de seguridad del coche.
Se debe comprobar que la silla está instalada correctamente, solicitando incluso la ayuda del vendedor para una demostración de su instalación o, en caso de duda, acudiendo al fabricante. La correcta sujeción de la silla al vehículo, y del niño a la silla, aumentará la seguridad en caso de frenazo brusco o impacto.