CDP ha incluido a la aseguradora en la Climate A List
Mapfre ha sido reconocida como “líder global” por su contribución a la lucha contra el cambio climático e incluida por la plataforma de divulgación medioambiental de carácter global sin ánimo de lucro CDP en la Climate A List.
Este ranking incluye en 2017 a 106 empresas globales y se publica junto con otros similares en lo que respecta a liderazgo corporativo en la gestión del agua y de los bosques. Esta lista fue elaborada a petición de 827 inversores con activos cuyo valor supera los 100 billones de dólares estadounidenses. Miles de empresas envían información anual sobre el clima a CDP para su evaluación independiente.
Mapfre se sitúa entre el 5% de empresas que participan en el programa contra el cambio climático. Se trata de un reconocimiento a sus acciones en el último ejercicio en lo que respecta a la reducción de emisiones de CO2, la mitigación de los riesgos en relación con el clima y el desarrollo de la economía de bajo carbono.
Guillermo Llorente, subdirector general de seguridad y medio ambiente de la aseguradora, afirma que “en Mapfre estamos muy orgullosos de seguir formando parte del rating global Climate A-List y de proporcionar la información necesaria a este fin. Se trata de un reconocimiento que premia el esfuerzo y el trabajo de la compañía por reducir las emisiones a la atmósfera y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Este ranking esta publicado en la página web de CDP, que incluye estudios de caso de grandes empresas a nivel mundial. Este es el primer año que anuncia las puntuaciones de las firmas en las tres categorías citadas de forma simultánea.
Paul Dickinson, presidente ejecutivo de CDP, quiso “dar la enhorabuena a todos los que han participado este año en la elaboración de la Lista A del clima. Resulta inspirador ver a tanta gente actuando decididamente para mitigar los riesgos del cambio climático y aprovechar las oportunidades que supone la transición a una economía sostenible. A medida que nos aproximamos a un punto de inflexión sobre la acción medioambiental, las empresas ocupan un papel central para lograr que se produzca dicha transición”.
La evaluación de este año revela que aumenta el número de compañías que están estableciendo objetivos climáticos a largo plazo cada vez más ambiciosos. Además, la transición a una economía de bajo carbono también está impulsando la innovación en relación con los productos y la aceptación de nuevas herramientas para el cambio.