Axa invierte más de 3 millones de euros en investigación de siniestros fraudulentos, lo que ha permitido evitar el pago de 63 millones en indemnizaciones fraudulentas
Axa invirtió en 2017 más de 3 millones de euros para mejorar la investigación y la detección del fraude. Esta inversión ha permitido evitar al grupo asegurador el pago de cerca de 63 millones de euros en indemnizaciones fraudulentas, según explicó la compañía en la presentación del V Mapa Axa del fraude en España.
De acuerdo con las conclusiones del estudio, la tasa de fraude en el mercado español creció en 2017 hasta el 1,73% -en los últimos seis años casi se duplica desde el 1%-. Esto supone que más del 98% de los asegurados son honestos con su compañía de seguros, pero los intentos de engañar al seguro son aún numerosos y suponen una carga también para los asegurados que no engañan a su compañía.
Melilla, Murcia, Andalucía y Canarias son las cuatro comunidades autónomas que más defraudan al seguro. Para elaborar el mapa, la compañía ha analizado más de 56.000 siniestros sospechosos de fraude de los negocios de Auto, Multirriesgos y Diversos.
Durante el año 2017 AXA evitó pagos indemnizatorios fraudulentos en todos sus ramos –Vida y No Vida, Particulares y Empresas– por un importe total de 62,7 millones de euros, lo que supone un incremento de más del 6% respecto del año anterior. Desde 2007 estos pagos se han multiplicado por más de dos, pasando de 30 millones de euros a los actuales 62,7 millones. El cada vez mayor esfuerzo de la compañía, y en general de todo el sector, explica el aumento en un 9,3% del número de siniestros fraudulentos detectados, rozando los 20.000.
Para Arturo López Linares, director de Siniestros de Axa, “el aumento de las indemnizaciones evitadas por la detección de casos de fraude es un aliciente para seguir invirtiendo y trabajando en la lucha contra estos delitos y en la protección del asegurado honesto, que son la mayoría de ellos”.
Auto sigue siendo el ramo que concentra el mayor porcentaje de fraude al seguro, con más del 60%. En 2012 siete de cada 10 siniestros fraudulentos se producían en este ramo. En el ramo de Multirriesgos (Hogar, Comercio y Oficinas, y Comunidades) también se observa una caída de dos puntos porcentuales respecto al año anterior, hasta representar el 30%, motivado principalmente por una reducción del fraude en Comercio y Oficinas. Diversos (RC, Transporte, Industrias, Salud, Accidentes y Vida), en cambio, ha aumentado su peso hasta representar más del 10% del total, frente al 7,1% que suponía en 2012.
Aumenta el fraude ocasional
Del V Mapa AXA del Fraude en España también se deduce un aumento de los casos de fraude ocasional. En 2017 representaba el 55,2% de los casos, frente al 52,1% de 2016. Es probable que las caídas de los últimos años se debieran al menor número de personas que potencialmente se sentían tentadas a cometer un fraude por una situación económica más favorable.
Por su parte, el fraude premeditado, es decir; aquel en el que los daños reclamados son reales o ficticios, pero todos han sido planificados con antelación, supusieron el 41% de los casos de fraude evitados durante 2017, frente al 45% del año pasado.
El más peligroso es el perpetrado por bandas o tramas organizadas, y ocasionalmente apoyadas por profesionales que buscan la industrialización de su proceso delictivo. La compañía recuerda que representa un gran riesgo por su profesionalización. El número de siniestros llevados a cabo por las tramas organizadas el año pasado creció un 19% respecto a 2016. En su conjunto, el fraude organizado al seguro supone ya el 3,2% del total, frente al 1% que suponía en 2015.
Del mismo modo, el importe medio a defraudar por las grandes tramas continúa mostrando una caída, pasando de los 5.500 euros de 2015, a los de 2.407 euros del año pasado; lo que indica que el fraude organizado ha tratado de cometer mayor número de delitos por un importe menor.
En cuanto al fraude al seguro en función de las causas aducidas, de los datos de 2017 se desprende que en Auto, más del 88% de los casos tienen que ver con versiones falsas de siniestros durante la conducción. Apenas uno de cada diez fraudes contiene una versión que no afecta a la conducción y que está relacionada con otras situaciones como robo del vehículo, rotura de lunas o daños atmosféricos.
Multirriesgos ofrece una mayor diversificación en las casuísticas del fraude. Cabe destacar que el número de casos de fraude relacionados con los daños por agua superan con mucho a la siguiente causa, a los daños eléctricos. Los primeros suponen el 41% del total y los segundos el 27%.
Los daños eléctricos suelen estar vinculados al actual ciclo de vida de los aparatos y las nuevas tecnologías, donde son recurrentes los intentos de lograr la renovación de aparatos a través del fraude al seguro. Por otro lado, los daños en Multirriesgos por fenómenos atmosféricos son los que más crecieron el año pasado, 4,5 puntos porcentuales, hasta representar ya el 12% del total.
En cuanto a los importes, los casos de daños de agua representan un 39% del total del dinero defraudado en Multirriesgos. Finalmente en el ramo de Diversos son las garantías de Responsabilidad Civil y Accidentes las que más se emplean para tratar de acometer fraudes.
Daños materiales vs daños corporales
Atendiendo al análisis del fraude por su naturaleza, los daños materiales suponen el 73% de los casos y los corporales, el 27% restante. Sin embargo, a pesar de que los casos de fraude en los que se reclama por un daño material suponen el 73%, concentran el 41,5% del total del importe que se intenta defraudar al seguro.
Por su parte, el importe medio del fraude corporal en 2017 cayó un 19% respecto al año anterior; de los 8.000 euros de 2016 a los 6.500 euros del año pasado. Los importes medios que se tratan de realizar aduciendo daños materiales fueron significativamente inferiores: 1.700 euros. “La fuerte intensidad del fraude corporal hace que sea más atractivo para quien está dispuesto a cometerlo”, señalan.
La detección de los casos de fraude tiene un impacto importante en la prima que pagan los asegurados por sus pólizas. El año pasado los pagos evitados por casos de fraude y que no fueron repercutidos en el resto de asegurados supusieron un ahorro del 5% en el seguro de Auto o del 17% en los casos de Responsabilidad Civil.
Por otro lado, las consecuencias penales como resultado del fraude al seguro se han incrementado significativamente en 2016. Las condenas de cárcel declaradas por los tribunales por casos de fraude a Axa siguen creciendo. El año pasado aumentaron un 17%. Y el 88% de las reclamaciones judiciales llevadas a cabo durante el 2017 tuvieron consecuencias penales para los defraudadores. Dos de las principales razones de este incremento son el avance y las mejoras para probar y verificar la comisión de estos delitos, por un lado, y el acuerdo firmado por la Guardia Civil y Unespa en 2015 para mejorar la colaboración operativa en la lucha contra el fraude, por otro.
Tasa de fraude por CC.AA.
Las comunidades autónomas donde más de defrauda al seguro son Melilla (4,92%), Murcia (2,72%), Andalucía (2,63%) y Canarias (2,53%). Por el contrario, las comunidades autónomas con menor tasa de fraude al seguro son Madrid (0,76%), País Vasco (1,03%), Ceuta (1,27%) y Cataluña (1,38%). Por provincias, Cádiz, Huelva, Almería, Murcia y Santa Cruz de Tenerife son las que mayores tasas de fraude presentan; frente a Madrid, Guipúzcoa, Soria, Zamora y Vizcaya; que es donde menos se defrauda al seguro.
Axa recordó ayer que la compañía lleva años realizando un esfuerzo de inversión en nuevas tecnologías y formación con el fin de reducir al máximo los casos de fraude. Y está comenzando a dar sus primeros frutos. Se estima que el uso de estas herramientas tecnologías ayuda a detectar más de un 20% de los siniestros fraudulentos, cuando hace tres años apenas suponían un 5%, lo que le convierte en un canal de detección cada vez más importante. La inversión recurrente se mantuvo en los 3,2 millones de euros el año pasado.
Nuevas formas de fraude
Axa fue una de las primeras compañías aseguradora que en 2016 ya advirtió de la práctica que estaban cometiendo algunos turistas extranjeros en España, y más concretamente en Baleares. Realmente se trataba de un caso de fraude organizado que provocó importantes perjuicios tanto en el sector turístico español como en el propio asegurador.
El principal obstáculo al que se enfrentaban las aseguradoras era el hecho de que el régimen jurídico que aplicaba en estos casos era el británico; y que no exigía al demandante más prueba que el recibo de compra de un medicamento para justificar la intoxicación. Además, los plazos de prescripción eran muy elevados (3 años) y unos desorbitados gastos jurídicos incentivaban llegar a un acuerdo antes de iniciar la vía judicial.
La actuación conjunta del sector para combatir estos casos de fraude y la colaboración con la Guardia Civil está dando sus primeros frutos, como han sido la detención e identificación de numerosas personas que formaban parte de estas tramas.
Por su parte, Vida es uno de los ramos que mayor aumento en el número de casos de fraude está experimentando en los últimos años, con un incremento del 18% en 2017 (un 35% en 2016). Además, la cuantía de lo defraudado aumentó un 21%, hasta los 7,6 millones de euros. Este dato es consecuencia, también, del mayor esfuerzo de la compañía en la lucha contra el fraude, al aplicar técnicas cada vez más perfiladas.
En los últimos años también se han destapado nuevas tipologías de fraude al seguro, como el empleo inadecuado de pólizas de concesionarios de coches.
Uno de los más incipientes es el que está relacionado con los siniestros de móviles. El año pasado, por ejemplo, se observó un repunte de los casos semanas antes del lanzamiento al mercado de dos nuevos modelos de smartphone.