A pesar de los esfuerzos legislativos, las desigualdades entre hombres y mujeres siguen existiendo. La Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas sitúa la brecha salarial en el 23%, y considera que tardará 70 años en desaparecer
El 8 de marzo, desde hace más de cuatro décadas, se celebra el Día Internacional de la Mujer. En todo el mundo, la fecha sirve para conmemorar los avances de la mujer en el entorno social, laboral y político. Pero también es un día para concienciar acerca de la actual situación de desigualdad entre hombres y mujeres. Los expertos de DAS Seguros hacen un repaso a la legislación española e internacional y cómo ha evolucionado a lo largo de las últimas décadas.
La Constitución Española proclama en su artículo 14 el derecho a la igualdad y a la no discriminación por razón de sexo, algo también apoyado a nivel internacional mediante el Tratado de Ámsterdam de la Unión Europea (1999). En el documento se estableció la eliminación de las desigualdades entre mujeres y hombres como objetivo de todas las políticas y acciones de la UE y de sus miembros. Por su parte, Naciones Unidas aprobó la igualdad entre hombres y mujeres como principio jurídico universal en la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
En España ha cumplido 10 años la Ley para la Igualdad Efectiva entre Hombre y Mujeres con el objetivo de combatir todas las manifestaciones aún subsistentes de discriminación por razón de sexo. Desde entonces, la legislación ha avanzado a la par que la concienciación social de la importancia de la desigualdad y ha cristalizado en leyes como la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Aprobada en 2004, tiene como principal objetivo establecer “medidas de protección integral cuya finalidad es prevenir, sancionar y erradicar esta violencia”.
En paralelo, durante los últimos meses hemos visto sanciones de inspección de trabajo interpretadas en el marco de la desigualdad de género, como la reciente multa de 25.000€ impuesta a Schweppes por el vestuario de las azafatas del Conde de Godó. La multa vino motivada por una inspección de trabajo que levantó un acta de infracción muy grave por acoso discriminatorio por razón de sexo.
Pese a la evolución legal y social, es innegable que 10 años después algunas de las desigualdades siguen vigentes. La Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas sitúa la brecha salarial actualmente en el 23% a nivel global, y calcula que no desaparecerá hasta 2087. Asimismo, según el estudio de una importante consultora de RRHH, las mujeres en España representan tan solo el 15% de los puestos de máximo liderazgo en la empresa. El 71% de las féminas creen que tienen más barreras en su progreso profesional por el hecho de ser mujer.
La desigualdad se manifiesta en todos los países del mundo. Islandia, Finlandia y Noruega muestran los mayores índices de igualdad. Por ejemplo, Islandia se ha es la primera nación del mundo en incluir una ley que exige a las empresas demostrar que sus empleados tienen el mismo sueldo por desempeñar el mismo trabajo, sin tener en cuenta su género, sexualidad, etnia o nacionalidad. En el lado opuesto se encuentran países como Chad, Pakistán y Yemen.
Para afrontar la situación, aseguran los expertos de DAS, es fundamental que los gobiernos de todos los países se impliquen. En España, el gobierno de Euskadi anunció recientemente en una propuesta de Ley de Empleo Público Vasco, una cláusula de paridad en la duración de los permisos parentales.
Alemania o Reino Unido también pretenden aplicar durante este año 2018 normativas nacionales en favor de una mayor transparencia en la brecha retributiva. Otros países como Noruega y Suecia son buenos modelos en cuanto a conciliación laboral por su empeño en establecer reglas idénticas entre padres y madres.