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Swiss Re ha publicado los datos definitivos de pérdidas aseguradas causadas por catástrofes naturales y grandes siniestros provocados por el hombre en 2017, que ascienden a 144.000 millones de dólares.
Una temporada de huracanes activa en el Atlántico Norte y una serie de incendios forestales, tormentas y fuertes precipitaciones en diferentes regiones condujeron al nivel más alto de siniestros globales por catástrofes jamás registrado en un único año. Los daños económicos totales fueron de 337.000 millones de dólares, generando una brecha de protección global a todo riesgo frente a catástrofes de 193.000 millones de dólares en 2017.
A nivel mundial, más de 11.000 personas perdieron la vida o desaparecieron como consecuencia de catástrofes y millones de personas quedaron sin hogar. Cabe destacar que los factores de riesgo que más daños generaron en el último año fueron los inducidos por las condiciones atmosféricas. En particular, una oleada de huracanes de categoría 4+ (Harvey, Irma y María, (HIM)) en el Atlántico Norte dejó un rastro de destrucción en las islas del Caribe, Puerto Rico, Texas y partes del oeste de Florida.
Según estimaciones preliminares, los daños asegurados totales provocados por HIM fueron de aproximadamente 92.000 millones de dólares. Los huracanes azotaron múltiples ubicaciones en rápida sucesión y afectaron a muchas líneas de negocio. La cifra final del total de daños solo se conocerá cuando se hayan procesado todos los siniestros, pero, aun así, 2017 probablemente será recordado como una de las temporadas de huracanes más costosas registradas en el Atlántico Norte.
La continuada urbanización, el desarrollo humano en territorios costeros expuestos y los efectos del calentamiento global se añadieron con fuerza a la mezcla y probablemente volverán a hacerlo en el futuro.
Respecto a otras catástrofes, los incendios forestales asolaron partes de California y otros países. El año pasado se registraron unos daños asegurados debidos a incendios forestales en todo el mundo de 14.000 millones de dólares, la cifra más alta jamás registrada. Swiss Re señala que se cree que los cambios climáticos previstos, que incluyen temperaturas más altas y periodos prolongados de sequía, continuarán incrementando la frecuencia y gravedad de los grandes incendios. Los daños asegurados asociados posiblemente crecerán y habrá más activos expuestos a riesgo de incendio como, por ejemplo, la gran cantidad de casas nuevas que se han construido en la interfaz urbano-forestal cerca de bosques y espacios naturales no urbanizados en EEUU.
En 2017 también se produjeron varios eventos de intensas precipitaciones que, de nuevo, pusieron de manifiesto la vulnerabilidad frente a las inundaciones de un mundo cada vez más urbanizado. Megaciudades costeras como Houston han sufrido repetidamente importantes inundaciones en los últimos años. En la temporada de monzones del año pasado, las fortísimas y continuadas lluvias causaron enormes daños y pérdida de vidas en Nepal, India y Bangladés.
La intensidad de las precipitaciones no puede controlarse, pero una mayor inversión en defensas para la protección contra inundaciones y en planificación urbana puede fortalecer la mitigación de riesgos.