La ONG, que cuenta con la colaboración de la Fundación Divina Pastora, ha organizado diferentes iniciativas para ofrecer actividades de ocio a este colectivo
La ONG Música para el Autismo cierra un año de éxitos con la participación de más de un millar de personas en las diferentes acciones que ha desarrollado durante 2018. La Fundación Divina Pastora colabora con esta ONG en la organización de diferentes actividades que contribuyen a cubrir la necesidad de ocio inclusivo para personas con autismo y sus familias.
Así, a lo largo del año, se han llevado a cabo diferentes proyecciones de cine inclusivo como la de la película infantil ‘Cavernícola’ y el estreno del documental ‘Quiero ser cebra’, dirigido por Carlos de las Heras y producida por Música para el Autismo, que cuenta la historia de cuatro personas con autismo.
Este documental se estrenó en Valencia y posteriormente se proyectó en Monzón (Huesca) donde la Asociación Autismo Zona Oriental de Huesca y Otros Trastornos celebró por segundo año consecutivo un ciclo de cine temático de autismo. Los asistentes pudieron vivir en primera persona cómo es la realidad de las personas con autismo y sus familias y pudieron ver todo lo que puede conseguirse si se adapta la actividad a las características de cada persona.
El título ‘Quiero ser cebra’ surge tras una visita del equipo de rodaje a casa de Mateo, uno de los protagonistas de esta película. Su madre comentó que comparaba a su hijo con las cebras porque, a diferencia de otros animales como los caballos, no se dejan domar. Con esta película se pretende, a través de cuatro historias de personas con autismo, transmitir mensajes sobre las claves de la felicidad y lo que realmente es importante en la vida. La canción de la película, que lleva por título el mismo nombre, está disponible en Spotify y Apple y los beneficios que generan se destinan a los proyectos sociales de MUA.
Además de esta actividad, en 2018 también se ha llevado a cabo el tradicional concierto sinfónico de jazz que, en esta ocasión, reunió a más de 150 intérpretes y voces de niños en una actuación única que logró integrar tradición, innovación y artistas de diferentes procedencias musicales y geográficas y la conmemoración del Día de la Diversidad Funcional con una jornada de música y danza adaptada.