El RACE exige medidas urgentes para frenar las muertes en carretera



RACE

El Real Automóvil Club de España (RACE) ve positiva la reducción en un 1,5% del número de fallecidos en carretera en 2018, pero considera que aún queda mucho por hacer. La entidad exige la puesta en marcha de más medidas, como una mayor inversión en infraestructuras, impulsar las campañas de concienciación y mejorar la formación, para reducir aún más el número de víctimas en las carreteras.

Otra de las propuestas que realiza el Club de Automovilistas es aprobar un paquete de ayudas para renovar el parque automovilístico hacia uno más seguro y eficiente. Por último, desde el RACE se pide un Plan Nacional de Seguridad Vial con acciones a medio y largo plazo, que permita una reducción sostenible de la siniestralidad.

Según los datos de 2018 anunciados ayer por la DGT, el número total de fallecidos por accidente de tráfico en vías interurbanas a 24 horas alcanzó los 1.180, 18 menos que el total del año pasado, con un registro total de 1.198 víctimas mortales.

Este descenso, del 1,5%, ha sido comunicado por el ministro de Interior, Fernando GrandeMarlaska, acompañado del director general de Tráfico, Pere Navarro.

De acuerdo con los datos de Interior, durante el año 2018 se han producido 1.072 accidentes mortales en vías interurbanas, en los que han fallecido 1.180 personas y 4.515 han resultado heridas hospitalizadas, lo que supone un descenso en el número de fallecidos y heridos graves de -1,5% y -7,6% respectivamente y un aumento del 0,7% en el número de accidentes mortales.

Esta accidentalidad se ha producido en un escenario en el que los desplazamientos han aumentado un 2% (7,9 millones más), lo que supone que durante el pasado año se realizaron más de 416 millones de desplazamientos de largo recorrido;  el parque de vehículos ha aumentado un 3%, situándonos en los  33,7 millones de vehículos y el censo de conductores ha crecido un 1%, situándonos en 26,8 millones de conductores.

Grande-Marlaska ha manifestado que las cifras dadas a conocer son provisionales y únicamente referidas a los accidentes mortales ocurridos en vías interurbanas y victimas tomadas hasta las 24 horas de producirse el accidente. «Habrá que esperar a tener las cifras definitivas ya consolidadas en las que se incluirán las victimas a 30 días de accidentes ocurridos en vías urbanas e interurbanas para tener la información completa y entonces, solo entonces, y con los datos definitivos podremos saber cómo ha ido el año», ha señalado.

Pendiente de conocer la evolución de la siniestralidad en las ciudades, y con datos a 30 días, desde el RACE valoran “de forma positiva pero insuficiente” la reducción de los muertos por accidentes de tráfico en vías interurbanas, y recuerdan que “debemos trabajar de forma coordinada hacia objetivos mucho más ambiciosos, como los fijados por la ONU, y llevar al centro del debate político y social este grave problema, una vez probada la relación existente entre una mayor preocupación sobre el tema y la reducción en el número de accidentes”.

Para el RACE, los datos ofrecidos por la DGT demuestran que es posible seguir reduciendo la siniestralidad vial, aunque esta disminución sea más costosa y con resultados más ajustados. Junto a las medidas legislativas presentadas hace unos días, se debe trabajar en la mejora de las infraestructuras, como demuestra el último informe presentado por EuroRAP, en el que se alerta de un riesgo elevado en más de 3.000 km de la RCE, lo que supone un 12,1% del total.

Asimismo, RACE considera que es imprescindible un plan de incentivos para la modernización de un parque automovilístico que cuenta con más de 12 años de antigüedad y que, sumado en muchos casos a su falta de mantenimiento, se convierte también en otro factor de riesgo.

La concienciación y las campañas de sensibilización sobre las distracciones –sobre todo el uso del móvil durante la conducción-, la velocidad inadecuada en las carreteras, alcohol y drogas, fatiga y somnolencia o el incumplimiento de las normas acercan el problema al usuario y ayudan a reducir la siniestralidad. La formación se ha convertido en un capítulo importante en la prevención, ya sea en la obtención de la licencia de conducir, en los cursos preventivos o en lo que respecta a la seguridad vial laboral, donde las empresas también deben asumir un papel esencial para reducir la siniestralidad, ya que el 70% de los desplazamientos son por trabajo.

Algunas medidas que el RACE cree que deben ser implementadas de forma prioritaria

  • Mayor prioridad política. Situar el problema de la seguridad vial entre los elementos principales de la agenda política nacional puede salvar vidas. Además, los Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Cabildos… deberán tener entre sus objetivos y planes de actuación políticas concretas.
  • Incentivos para la renovación del parque automovilístico.
  • Elaboración de un mapa de ubicación de radares, de forma preventiva, conforme a los estudios de carreteras y su siniestralidad.
  • Fomentar la circulación por las vías de alta capacidad (autopistas y autovías), ya que son las más seguras, aumentar la inversión en carreteras secundarias, así como desarrollar un plan de infraestructuras separadas y protegidas en aquellas vías frecuentadas por usuarios vulnerables, sin que suponga un perjuicio para los automovilistas y motociclistas.
  • Desarrollar un plan de mejora de la formación vial de todos los usuarios, incluyendo un desarrollo específico para las empresas.
  • Intensificar las campañas de concienciación en prevención de accidentes, dirigida a todos los usuarios de la vía, incluyendo los vulnerables.
  • Trabajar en la mejora de la convivencia vial y sin riesgos, con derechos y obligaciones.
  • Mayor inversión en investigación vial, para conocer las causas de los siniestros, y definir la base de las políticas viales.

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